Amar y cuidar a un niño con autismo es un gran desafío. Para Nicole y Martin Lasswell, un matrimonio en Dallas, este desafío es doble, ya que sus dos hijos fueron diagnosticados con este padecimiento.
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Nicole es una madre hispana que tuvo que aprender cómo criar a dos hijos con autismo. Aunque al principio fue una noticia que le tomó tiempo y muchas lágrimas para asimilar, a partir de esta experiencia, encontró la fuerza para poder también ayudar a otras familias que tienen hijos autistas a través de un blog donde comparte sus experiencias.
Como madre que ha tenido que aprender sobre esta enfermedad, Nicole entiende a otros padres que han recibido el diagnóstico de que su hijo tiene autismo.
En su blog comentea: "lo que he notado es que parece que hay muchas herramientas para ayudar a los niños con autismo, y estamos realmente agradecidos por esto, pero no hay suficiente apoyo para los padres".
Y agrega: "estoy aquí para apoyar a otros padres que lo necesitan con las herramientas que han demostrado ser efectivas para mí. Estoy feliz y honrada de compartirlas".
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Hace 9 años Will llegó a la vida de Nicole y Martin para cambiárselas por completo.
En los primeros años de vida del pequeño no entendían por qué no podía comunicarse, y pensaron que era porque ella le hablaba en español y el padre en inglés, pero la situación comenzó a cambiar.
“No sabíamos lo que era normal en aquellos momentos para un niñito de dos años porque era el primogénito”, comenta.
Nicole cuenta que Will gritaba tan fuerte que ella se preocupaba porque pensaba que algo estaba lastimando a su hijo. Sin embargo, decidieron llevarlo al doctor, quien le diagnosticó autismo.
“Yo me sentía muy agobiada, asfixiada casi. No veía la hora cómo iba a sobrevivir todo esto”, expresa.
Tras ir asimilando este diagnóstico de su primogénito, llegó a sus vidas Steve, su segundo hijo, quien también fue diagnosticado con autismo.
Steve iba a la escuela y fue cuando sus maestras alertaron a los padres para que los doctores examinaran al niño.
“Nos dijeron que sería bueno que lo llevaran a evaluarlo porque él no estaba hablando como debería a esta edad”, comenta la madre.
Ahora los pequeños Will y Steve crecen en una familia llena de amor y reciben servicios de la escuela pública para estudiantes que requieren educación especial.
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