Catt Gallinger es una joven canadiense que intentó hacerse un tatuaje en el ojo, pero los resultados fueron tan desastrosos que casi pierde la vista.
Hace aproximadamente un mes, Catt fue con un tatuador y le pidió que pintara la esclerótica, que es parte blanca del ojo. El proceso probablemente fue muy molesto, pero ella regresó a casa contenta con el resultado.
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Sin embargo, al día siguiente despertó con el ojo terriblemente hinchado, rojo y adolorido, así que decidió ir a ver a un experto.
El especialista le explicó que era una reacción causada porque la tinta que usaron no estaba correctamente diluida, y que corría peligro de perder la vista.
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Ante la situación, la joven no pudo hacer más que seguir las indicaciones y el tratamiento que le recetaron los doctores.
Gallinger decidió compartir su caso en Facebook, para alertar a la gente sobre los riesgos que tienen los tatuajes, no solo en los ojos sino en todo el cuerpo.
"No estoy compartiendo esto para abrir un debate, lo hago para advertirles a todos sobre la importancia que tiene hacer una búsqueda sobre la persona con la que te harás [los tatuajes], para que te lo hagan de la forma correcta", escribió.
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Catt explicó que hasta ahora ha visitado el hospital tres veces, se sometió a tratamientos con antibiótico para calmar la infección y tiene que llevar un control estricto, pues los doctores le dijeron que aunque la inflamación y la molestia están disminuyendo, todavía puede perder la vista.
"Por favor sean cuidadosos y hagan sus búsquedas. No quiero que nadie más pase por esto", aseguró la joven.
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