Luego de su exitosa participación en el festival de Cannes, en el que lució una súper figura a pocas semanas de convertirse en mamá, Irina Shayk salió de paseo con su hija Lea de Seine, en Los Ángeles.
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La modelo rusa de 31 años de edad, llevaba a su pequeña en su carrito, tapada con una sábana blanca, pero ni así escaparon de la lente de los paparazzi.
Foto: Backgrid/The Grosby Group
Para su paseo por el parque Irina usó un hoodie con capucha negra y unos pantalones de cuero. Optó por llevar una gorra que cubría casi por completo su cabellera y para protegerse del sol usó sus gafas oscuras.
Sus zapatos eran unas botas tipo militar negras, que seguramente le resultaron muy cómodas para la caminata con su pequeña.
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Shayk y su hija no iban solas, las acompañó la mascota de la familia y una asistente que caminaba junto a ella durante el paseo.
Tanto Irina, como el padre de su hija, el actor Bradley Cooper, son muy discretos respecto a su vida privada y han preferido no dar muchos detalles del nacimiento de su hija, ni de su vida en familia, sin embargo, esta vez la lente de los paparazzi hizo de las suyas.
Foto: Backgrid/The Grosby Group
Shayk no parecía muy contenta con la presencia de los reporteros, pero siguió con su recorrido.
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Cooper e Irina iniciaron su relación en mayo de 2015, tras ser fotografiados besándose en un evento. Su hija nació en marzo, pero la noticia de su nacimiento se dio a conocer días después.
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