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Con tus dudas a otra parte: 5 preguntas incómodas que nunca deberías hacerle a tu jefe

Además de trabajar bien y ser responsable, deberías evitar hacer preguntas incómodas en el trabajo. En especial, a tu jefe.

Hay jefes y jefes: algunos más abiertos a las consultas, y otros menos disponibles. Sin embargo, lo que probablemente tengan en común, es que ninguno de ellos querrá escuchar este tipo de preguntas incómodas de parte tuya.

Quién, Qué, Dónde, Cuándo, Por qué, Cómo

Aunque esto deje afuera a muchísimas preguntas, es precisamente lo que no deberías consultar cuando comienzas un trabajo nuevo. Esto mostraría que no tienes ganas de realizar lo que se te ha asignado, o ilustraría que solo quieres escucharte hablar a ti mismo, comentó una experta del tema y autora, Vicky Oliver, al sitio Business Insider.

En vez de construir una pirámide de preguntas en 10 segundos, organízalas y consúltalas de a una y a su debido tiempo.

¿Cuánto le pagas a ella?

¡Esto no es de tu incumbencia! No solo mostrará tu falta de profesionalismo, sino que además, generará una situación muy incómoda entre tu jefe y tú. Mejor, focaliza en cómo haces tu trabajo y en cuánto te pagan a ti.

¿Estás seguro?

A menos que te importe poco tu puesto, evita cuestionar las competencias de tu jefe, sobre todo en público. Si crees que está en un error, piensa bien en cómo planteas la frase. Puede ser algo así: “Quizás me equivoque, pero tenía la impresión de que…”.

Así, serás bienvenido en la próxima reunión que convoquen.

Cualquier pregunta que puedas responder con Google

Hoy día, tienes una herramienta invaluable y gratuita en tus manos: Google. Por eso, si tienes dudas de este calibre: “¿Cómo cambio la firma en mi e-mail?” o, “¿Cómo puedo llegar al seminario?”, búscalo online. Esto determinará la diferencia entre una persona autosuficiente y altamente eficiente y una dependiente y que hace perder tiempo, se señala en el portal de búsqueda laboral Monster.

“¿Puedo irme unos minutos antes?”, seguido de la frase: “Hoy no tengo tanto trabajo”

Si dices esto, probablemente ocurran dos cosas: que tu jefe frunza el ceño y que inmediatamente después te dé una lista de 10 tareas pendientes que puedes completar en ese tiempo que te sobra.

Es mejor concentrar la pregunta en eso que debes hacer fuera del trabajo que requiere que te vayas antes. Nunca minimices la cantidad de trabajo que tienes. Puede que te arrepientas.

Por eso ¡piénsalo dos veces antes de abrir ese signo de interrogación!

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