Harry Maguire sumó más tensión para definir su futuro cuando el Manchester United le comunicó que no se va del equipo en el mercado de fichajes, salvo un cambio de opinión, de último minuto, por parte del alto mando del cuadro inglés.
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El técnico Erik ten Hag había pedido a su directiva que vendiera al zaguero británico y el West Ham parecía ser su destino.
Un acuerdo de 37 millones de dólares estaba listo para concretarse, pero fracasó debido a la demanda del jugador por un pago de 8 millones 840 mil dólares, para compensar el dinero que habría perdido al aceptar un salario reducido con el club londinense.
Ten Hag necesitaba un reemplazo si su defensa de 30 años se iba, pero el West Ham se descartó como su destino cuando compró a otro zaguero por menos precio.
Maguire se unió en agosto de 2019 al United procedente del Leicester City en un acuerdo con cifra de récord mundial: por 101 millones de dólares.
Pero en la cancha no explotó como todos esperaban y su agridulce paso culminó cuando le quitaron la capitanía y después le avisaron que se iba.
El futbolista británico no ha jugado con los Red Devils en la presente temporada, pues su salida parecía inminente, pero el técnico Erk ten Hag metió reversa y lo dejaría para afianzar a su línea defensiva, después de la lesión que sufrió Raphaël Varane.
Además, el zaguero retomó su valor porque también están lesionados los defensores Luke Shaw y Tyrell Malacia, mientras el United, con el tiempo en contra, analiza ir por un lateral izquierdo al mercado de fichajes: Marc Cucurella del Chelsea, Sergio Reguilón del Tottenham y Marcos Alonso del Barcelona están en el radar.
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