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Hannah Wilkinson, de meditar su retiro a heroína de Nueva Zelanda

Su diana ante Noruega ya nunca se podrá olvidar. La historia de superación detrás de ese gol, tampoco.

El 20 de julio de 2023 es una fecha que ha pasado a formar parte de los libros de historia de Nueva Zelanda después de conseguir su primera victoria en una Copa del Mundo Femenina. Un hito histórico que, si bien pertenece a cada jugadora neozelandesa que integra la Selección, tiene en Hannah Wilkinson a la protagonista principal.

Suyo fue el gol con el que el combinado oceánico se impuso a Noruega. Hannah ya sabía lo que era anotar en una Copa del Mundo. Participó en tres antes que esta, marcando en la de 2011 y en la de 2015. Ningún gol, eso sí, ganador como este.

Pero antes de tocar este cielo pasó por momentos muy difíciles, hasta el punto de pensar en el retiro. Y es que Hannah Wilkinson, a sus 31 años, ha pasado por un calvario de lesiones, alguna de ellas tan grave como una rotura de ligamento cruzado que estuvo a punto de dejarla sin ir al anterior Mundial, el de Francia 2019. Tras volcarse en la recuperación y acortar plazos a base de esfuerzo y sufrimiento, logró disputar la que fue su tercera Copa del Mundo.

Sin embargo, una cosa es volver físicamente y otra muy distinta volver mentalmente. En una entrevista reciente para la web de los Juegos Olímpicos, relató lo difícil que le resultó volver a estar en ese punto mental óptimo. Uno en el que dijo encontrarse ahora mismo.

La razón por la que Hannah nunca se rindió fue recordar en los momentos más sombríos la razón por la que todo comenzó para ella, y esa razón es representar a Nueva Zelanda en lo más alto del escenario mundial. Y ahora el mundo la contempla así, convertida en la heroína de su país.