Matthew Lee Williamson admitió ser culpable de la muerte de su hija Kyhesha-Lee Joughin de tres años, después de haber sufrido un abuso sexual tan violento que se desangró en el pañal, según un artículo publicado en el diario británico Daily Mail.
El hombre se declaró culpable de homicidio involuntario en la Corte Suprema de Brisbane, Australia, argumentando que no proporcionó tratamiento médico a la niña cuando encontró su cuerpo en marzo de 2013.
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También admitió haber usado una cuerda para mantener a su hija encerrada en su cuarto.
En cuanto a las acusaciones de abuso que causaron la muerte de la pequeña, Williamson negó rotundamente haber dañado a su hija y haber usado un juguete sexual que perforó su estómago.
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Kyhesha sufrió una lesión interna que se infectó y fue tan dolorosa que probablemente no se hubiera podido mover, comer, beber o incluso moverse durante las 12 horas previas a su muerte.
Keysha vivía con su padre y con Christopher Kent, quienes tenían una conducta sexual poco ortodoxa.
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Kent declaró en contra de Williamson y aseguró que abusaba constantemente de su hija, por lo que recibió un sentencia de dos años.
Por su parte Williamson se defendió diciendo que Kent es responsable del abuso.