Una noche Sue Samad, madre de dos pequeños, recibió una seria confesión de su hija de 7 años después de haber guardado el iPad con que solía jugar: ella había estado conversado con gente extraña en el chat de los juegos online.
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Acongojada, la niña pedía a su madre que la castigara, pues sabía que había roto las reglas, pero Sue pensó que “confiscar” la tablet no daría una verdadera lección a sus hijos, así que por la tarde la solución llegó a su mente.
Samad redactó una carta y decidió colocarla en el buzón de su casa. El remitente era el Departamento de Inteligencia de Seguridad Cibernética para Niños y estaba dirigida al Sr. y la Sra. Taher. En ella se explicaba que su hija había violado el contrato de seguridad en Internet para niños y que como consecuencia de esto el Wi-Fi tendría que ser desconectado y la única manera de reestablecerlo era que la pequeña demostrara a sus padres que era responsable y que entendía el peligro en que se había puesto a sí misma y a su hermano.
Sue compartió la historia en su cuenta de Facebook y explicó que la reacción de sus hijos era exactamente lo que esperaba. Mediante la carta Samad lo único que quería era dar una lección a su familia, pero es consciente de que constantemente debe advertir a sus hijos sobre el riesgo que hay en línea.
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Además, sabe que es prácticamente inevitable alejar a las nuevas generaciones del Internet, pero espera que su familia aprenda a usar la herramienta responsablemente y a la vez hacer que más padres estén al pendiente de lo que hacen sus hijos en la red.
“Si cometen un error, levántelos, observe lo que están haciendo, deje que cometan errores y discutan con usted temas incómodos que hacen que su estómago se retuerza”, escribió Sue.
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