Sofía, Tavo, José Vicente y Valencia con uno de sus sicarios van rumbo a una gran bodega. Valencia le propone asociarse en el tráfico de armas. El Capo hace un pacto con Los Colombianos.
Hernán, como fugitivo de la justicia y ex director del CIN aplica sus tácticas para convencer a Solís Armenta para que se entregue. Le dice quién lo delató. El narco tiene otros planes.
Tras los sucesivos fracasos en los operativos para atrapar al Capo y la duda que existe sobre Hernán, como héroe o traidor, las autoridades deben recurrir a una medida extrema: el exterminio.
José Vicente Solís Armenta saca a la luz la corrupción y la hipocrecía con la que se maneja la sociedad actual. Pone a pensar a Hernán, cuando le hace una oferta a cambio de que se entregue.
La firma de un acuerdo de extradición es la única salida que encuentra Hernán para El Capo, pero José Vicente Solís Armenta no da el brazo a torcer. Antes que entregarse, prefiere morir.
Guadalupe le exige a José Vicente Solís Armenta que se sacrifique por su hija Camila y el resto de la familia que permanece en prisión. No lo hizo antes, pero ya es hora de entregarse.
Los agentes del CIN tienen rodeado al Capo y a sus secuaces. Guadalupe reacciona por impulso. Sofía se convierte en una rehén sin perder el control, y el desenlace es inevitable.
Valeria descubre, al oír una grabación, que hay propaganda y complicidad en la supuesta captura del Capo. Otra vez el narco sorprende a la autoridad durante la firma del tratado de extradición.
José Vicente Solís Armenta exige que se usen todos los recursos legales y hasta el soborno, si es necesario, para evitar su extradición a Estados Unidos.
El traficante de drogas más buscado en México ha sido interceptado en su escondite. Tras su fuga, le declara la guerra al gobierno, a otros carteles y a su propio pasado.
Al estar privados de la libertad, hombres y mujeres toman medidas desesperadas. Pero Sofia cuenta con la ayuda de su colega Valeria Buenrostro, quien le consigue un abogado que la defienda.
José Vicente Solís Armenta llega a la prisión de máxima seguridad y como toda una leyenda es recibido por los demás reos, excepto El Chueco quien lo amenaza de muerte. Perris piensa en la fuga.
Pancho, mal herido, deja claro que jamás se rendirá. Su misión es rescatar al Capo y a la familia, aunque sufra, debe apoyarlos incondicionalmente. Camila se entera que Emiliano está mal herido.
Pancho, a escondidas, hace contacto con el abogado del Capo y a través de él, pide instrucciones. Exige que le informe al narco que están en problemas. Ordenan seguir a Valeria Buenrostro.
Camila pone su vida en riesgo, tras recibir una de las peores noticias de su suegra. Mientras, Valeria se ve obligada a cumplir con el pedido del abogado de el Capo.
El Capo exige la liberación de su familiares, pero además se encarga de limpiar el nombre de Hernán Molina, antes de empezar a responder preguntas. Valeria Buenrostro negocia con el Señor Ache.
Pancho se mantiene firme al lado del Capo. Las súplicas de Rosario no lo conmueven. Se alzan las copas tras maquinar un plan de fuga. Sofía Cáceres pasa por un interrogatorio complicado.
Camila y Pancho conocen al experto en fugas que se encargará de sacar a José Vicente Solís Armenta de la prisión. Mientras, El Capo tiene en mente distraer a las autoridades.
El Capo envía un mensaje a Pancho que le consiga suficiente dinero y le traiga a Sofía Cáceres. Hay muchos asuntos que resolver en prisión, por ejemplo corromper a un custodio es prioridad.
Checo ataca a Gustavo y le manda un mensaje a El Capo, quien lo toma como el inicio de una guerra. La Perris se las arregla para conseguir lo que la va a sacar de prisión.
El señor Ache presiona a Valeria para que le entregue la grabación y ella, a cambio, pide protección y la total certeza de que El Capo no sea extraditado. A Perris la castigan como nunca antes.
Camila visita al Capo en prisión y descarga todo su odio sobre él, por matar a su hermano y a su esposo. Pero no puede evitar darle un mensaje clave. Luego, le pide que desaparezca de sus vidas.
José Vicente advierte cambios de rutina cuando le anuncian que tiene visita de su abogado. Su buen olfato lo lleva a exigir más custodios y lo que se desata después, no tiene precedentes.
Hernán Molina acepta una oferta como catedrático y se irá lejos. Lo que no saben ni él ni su esposa es la sorpresa que les tiene Camila. Un atentado tiene conexión directa con El Capo.
La lista es larga y Pancho coloca una a una, las fotos de todos los que los traicionaron. Rosario advierte que ya no es el hombre del que se enamoró y él comienza a hacer sus visitas sorpresa.
Las evasivas del Capo en el primer interrogatorio llevan a la Fiscal a un terreno más complicado. Tendrá que hacer más preguntas para obtener rutas del narco, socios y dinero escondido.
Sofía acepta la idea de hacerle una visita conyugal a José Vicente Solís Armenta. Bajo el brazo lleva unos documentos con los que desea confirmar la sentencia de muerte de una colega.
Armado hasta los dientes, Pancho hace el trabajo sucio de eliminar a los traidores. Sofía le saca información al Capo y promete destapar lo que hay detrás de la muerte de su amiga Valeria.
El Capo no quiere decir una sola palabra sobre el atentado. Reportar la irregularidad en prisión implicaría el traslado del narco a otra cárcel y esto echaría perder el plan de fuga.
José Vicente Solís Armenta presiona a los guardias y convoca una reunión con el resto de los reos. Les jura que nadie se mete con El Capo y que jamás olvidarán este día. Las presas se revelan.
Raúl Uribe asume la dirección del penal y dice estar listo para demostrar que es insobornable. La presión llega a su nivel más alto. Pancho reúne a sus hombres para que la fuga se haga realidad.
José Vicente Solís Armenta pone sobre la mesa dos opciones al flamante director del penal: que piense muy bien lo que va a recibir si comparte lo que sabe, o lo que va a perder si no lo hace.
Pancho y sus aliados interceptan a Uribe y logran su objetivo: amedrentarlo y hacer que no reporte la irregularidad a su superior. El Capo consigue armas y un aliado uniformado en prisión.
Uribe cede a la presión del Capo, pero pone una condición, por no confiar en Pancho quien ya va al rescate del narco. Palacios huele complicidad. Guadalupe recibe una llamada que la ilusiona.
Pancho creia que tenía todo bajo control, pero El Capo toma una decisión de último minuto. Camila desespera, en manos de su captor. Sofía confía en que todo saldrá bien. Rocío le da consejos.
El camión donde viajan Solís Armenta y Pancho es interceptado por las unidades del CIN. Existe un plan C que está a punto de ser ejecutado. Guadalupe, Tavo y Perris piensan en una estretegia.
El traficante de drogas más buscado en México ha sido interceptado en su escondite.Tras su fuga, le declara la guerra al gobierno, a otros carteles y a su propio pasado.
El traficante de drogas más buscado en México ha sido interceptado en su escondite.Tras su fuga, le declara la guerra al gobierno, a otros carteles y a su propio pasado.
Ante el anuncio oficial de la muerte de los hermanos Solís, El Capo ya sabe cómo reaparecer en otra vida. Guadalupe emprende su estampida junto a Tavo y Perris rumbo a un nuevo escondite.
José Vicente Solís Armenta encuentra la forma de sacarse el uniforme de preso. Camila le pide a Rosario que la acompañe a la funeraria y le da una grata noticia. Sofía sorprende a sus padres.
Ante el anuncio oficial de la muerte de los hermanos Solís, El Capo ya sabe cómo reaparecer en otra vida. Guadalupe emprende su estampida junto a Tavo y Perris rumbo a un nuevo escondite.
José Vicente Solís Armenta encuentra la forma de sacarse el uniforme de preso. Camila le pide a Rosario que la acompañe a la funeraria y le da una grata noticia. Sofía sorprende a sus padres.
El caso de los hermanos Solís Armenta está cerrado. Uribe se vuelve loco por confirmar y comparar una muestra de ADN de las víctimas con el de Camila. Sofía negocia con el Señor Ache.
El funeral de José Vicente se convierte en el centro de atención de sus mujeres, su familia, la policía y también de los que ayudó. Uribe lleva la muestra de ADN de Camila al laboratorio.
Sofía cree haber visto a Jose Vicente, lo sigue y al alcanzarlo se queda con la boca abierta. Violeta aprovecha que Marta se siente mal para guardar una muestra de ADN.