Leonor Ballesteros
Luego de haber cumplido el objetivo de encerrar al señor de los cielos en prisión, Leo volvió a Colombia y se transformó en agente de la DEA. Cuando meses después de la detención, la CIA le otorga a Aurelio privilegios a cambio de ser testigo protegido e informante contra el terrorismo, la colombiana vuelve a México para evitar que su gran enemigo se aproveche de las autoridades y se salga con la suya. Pero este nuevo enfoque será más intrincado que nunca, porque Leo no podrá evitar caer en las redes de seducción de Aurelio, viviendo un trauma que la obligará a retirarse de las fuerzas temporalmente y aislarse en Michoacán, en donde encontrará nuevas injusticias.