En los próximos años, usted vivirá en carne propia muchos de los dolores comunes que los padres enfrentan cuando un hijo crece y se independiza. Pero usted además, tendrá que aprender a transferir el cuidado de la diabetes de su hijo, ya no será usted quien esté a cargo sino él o ella.
Su familia tiene su propia forma de comunicarse y trabajar juntos para resolver problemas y enfrentar los desafíos cotidianos. Después del diagnóstico de diabetes de un niño, es más importante que nunca establecer u buen diálogo, incluso cuando duele hacerlo.
Trabajar con su pareja en el cuidado de su hijo
Ustedno es perfecto y tampoco lo es su cónyuge o pareja. La administración de la diabetes es como hacer malabares—es un cuidadoso equilibrio de actividad con alimentos y medicamentos. Incluso a los mejores malabaristas de vez en cuando se les cae la pelota. Todo lo que puede hacer es recoger la pelota y empezar otra vez.
Usted y su cónyuge harán las cosas de diferente manera. Son personas diferentes y no pueden leerse las mentes para saber cómo actuarán.
Recuérdense a menudo de que son un equipo y un equipo trabaja en conjunto. En definitiva, su objetivo es el mismo, el de mantener a su hijo sano y felíz.
Consejos para la buena comunicación entre los padres:
Hablen cuando no estén en el medio de un conflicto. Si discuten el asunto durante una discordia, es poco probable que lleguen a una resolución.
Hagan preguntas y escuchen sus respuestas atentamente.
Compartan sus sentimientos honestamente. No sólo sobre las decisiones diarias sobre el cuidado de la diabetes, sino también sobre las emociones más profundas y más difíciles, como la culpa y el miedo.
Tomen decisiones juntos. Sean consistentes cuando comunican sus decisiones. Su hijo se dará cuenta cuando no están trabajando juntos.
Establezcan expectativas realistas. Recuerden que nadie es perfecto.
Traten de imaginar cómo se siente su hijo.
Mantengan la calma y escuchen antes de reaccionar.