Solemos pedir perdón hasta por la acción más simple, tanto que incluso el sitio salud180.com menciona que esta palabra se ha convertido en un tic verbal.
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También hace referencia a un estudio publicado en la revista Pshychological Science que señala que las mujeres se disculpan con mayor frecuencia que los hombres.
Pero quizá tenemos que parar este hábito de pedir perdón por todo, y la revista Frontiers in Psychology explica el porqué.
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La autora del estudio es Gili Freedman y realizó una investigación con la ayuda de 1,000 personas a las que se les pidió describir cómo rechazarían una solicitud en un ambiente social, y el 39 % de los participantes incluyó una disculpa en su discurso.
Sin embargo, se aclara que el “perdón” puede llegar a ser una forma de manipulación, pues las personas se sienten obligadas a perdonar un rechazo, cuando este incluye una disculpa.
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“Si tu motivación es sentirte mejor sobre ti mismo, tal vez quieras ofrecer una disculpa”; “Pero si en verdad te preocupan los sentimientos de otras personas, tienes que saber que ofrecer una disculpa no siempre sirve de mucho y puede hacer sentir peor a la otra persona”, enfatiza Freedman.
En conclusión, a veces pedir perdón a alguien, es más un beneficio propio para justificar nuestras acciones y restarles valor, sin penar en que el otro individuo en cuestión puede estar realmente afectado, y en realidad no quiere perdonar, sino expresar su verdadero sentir.
Con información de HuffPost.
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