Los fuegos artificiales suelen estar presentes en muchos festejos en esta época del año. A nosotros nos parecen un espectáculo maravilloso, pero a muchas de nuestras mascotas lamentablemente no les sucede lo mismo. Así, los perros pueden estresarse, ponerse nerviosos, asustarse y sufrir con los ruidos tan fuertes de la pirotecnia. ¿Qué hacer al respecto?
Preparativos
Si puedes, coordina para que tu perro pase las fiestas en un lugar donde no haya fuegos artificiales, se sugiere desde el sitio Cesar's Way. Si eso no es posible y sabes que en tu vecindario habrá pirotecnia con ruidos fuertes, procura tener un canil en tu hogar en la que se pueda refugiar y sentir seguro.
Sedación
Si vas a usar medicación para calmar a tu perro durante los fuegos artificiales, recuerda que debes dársela en el momento adecuado, condicionándolo para que comprenda que le servirá para sentirse más tranquilo. O sea que debes hacer que tu perro se encuentre calmo primero y luego darle la medicación, antes de que comiencen los fuegos de artificio y la ansiedad. De todas formas, consulta con tu veterinario antes de administrarle cualquier tipo de sedante.
Comunicación
Desde Cesar's Way también se hace énfasis en la importancia de enviarle un mensaje de tranquilidad a tu perro. Si mantienes la calma y no muestras emoción por la pirotecnia, tu perro podrá comprender que no tiene por qué preocuparse o alterarse. Si festejas Hanukkah, Navidad u otras celebraciones en tu casa, comparte esta información con tu familia e invitados para que todos puedan ayudar.
Además, checa algunos tips para ayudar no solo a tu mascota, sino también al medio ambiente:
Identificación
Asegúrate de que tu perro tenga un collar con su nombre y tus datos, se recomienda en el sitio Positively. Con el susto o los nervios, puede llegar a salir corriendo o desaparecer, aunque sea durante una distracción pequeña.
Por último, desde el blog de la organización PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) se enfatiza que lo más importante para calmar a tu perro ¡eres tu! Si estás ahí para distraerlo, jugar con él y acariciarlo, seguramente se sentirá mejor.
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