En el World Diabetes Day, nada mejor que recordar que una de las formas de evitar esta afección, ¡es cuidando tu silueta! El sobrepeso podría aumentar las chances de sufrir diabetes de tipo 2, así como problemas cardíacos, colesterol, y ataques cerebrales, como se explica desde el sitio de American Diabetes Association. Es más: adelgazar un poco (no es necesario que sea mucho) ¡podría ayudarte a prevenir o manejar estos problemas!
Pero para perder peso, no hace falta almorzar algún alimento poco calórico, como una pequeña ensalada o un caldo. Según un nuevo estudio, ingerir tan pocas calorías al mediodía, ¡en realidad podría jugarte en contra! Entérate.
Todo sobre el estudio
La investigación, publicada en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition, encontró que comer la mayoría de tus calorías diarias en el almuerzo, en lugar de en la cena, podría ayudarte a adelgazar.
Para llegar a esta conclusión, los estudiosos analizaron a 80 mujeres con sobrepeso u obesas de entre 18 y 25 años, y les pidieron que ingirieran la comida más grande del día (con un 50% de sus calorías diarias), siempre al mediodía o a la noche durante 12 semanas.
Entonces, su dieta quedaba así:
- Desayuno (con 15% de las calorías del día).
- Un snack (con 15% de las calorías).
- Almuerzo (con un 50% de las calorías diarias en el caso de algunas participantes, y con un 20% en el caso de las otras).
- Cena (con un 50% para algunas, y con 20% para otras).
Además de dividir las calorías que ingerían de forma específica, las mujeres comieron una dieta alta en carbohidratos y baja en grasas saturadas. Así, el 17% del valor energético provenía de proteínas, el 23% de grasas, el 60% de carbohidratos y 400 gramos (0.88 libras) se obtenía de fibras, a modo de vegetales y frutas.
También debieron realizar 60 minutos diarios de actividad física moderada, 5 días a la semana.
Los resultados
¿Qué ocurrió, entonces? Pues, el grupo que comía más calorías en el almuerzo logró bajar más de peso que el resto de las participantes en ese período de tiempo. ¿La diferencia? 13 libras (5.8 kilogramos) en promedio, en comparación con las 9.5 libras (4.3 kilogramos) de las chicas que priorizaron la cena. Además, obtuvieron una mayor reducción de su índice de masa corporal.
¡Y todo eso realizando la misma cantidad de ejercicio y llevando dietas muy similares! Impactante, ¿verdad?
¿Por qué ocurre?
Según se sugiere en la investigación, los niveles de azúcar en sangre podrían tener que ver con esta diferencia en el descenso del peso. Ocurre que el grupo que almorzaba más generosamente tenía niveles menores de insulina al ayunar. Y, como resultado, este grupo no sufría de tantos altibajos en lo que se refiere al azúcar sanguíneo, por lo que no se sentían muy hambrientas poco tiempo después de comer.
¿Qué te parece este descubrimiento? Recuerda, antes de hacer modificaciones en tu alimentación o estilo de vida, consultarlo antes con un profesional de la salud.
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