Las vacaciones de verano han llegado, y la locura por las piscinas con ellas. Sin embargo, lo que puede parecer un momento de diversión para tus hijos puede llegar a tener consecuencias negativas en su salud, por los peligros que los acechan en el agua.
Y es que el agua estancada de las piscinas es una fuente inmensa de virus y bacterias que amenazan su salud, porque incluso cuando están cloradas las enfermedades siguen siendo un peligro latente para los pequeños. Y estas son las más comunes, según los expertos.
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Diarrea
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos, aseguran que la diarrea y las enfermedades estomacales son el problema más común en niños que practican natación.
ParentingScience.com agregó que esto se debe a que algunas veces el agua contiene orina, e incluso materia fecal que se desprende de los pañales de los infantes. Y explica que hay algunas bacterias que causan la diarrea, como la Cryptosporidium, que son resistentes al cloro.
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Asma y problemas respiratorios
Aunque la gripa puede no ser una enfermedad muy complicada, un estudio publicado en la revista Pediatrics afirmó que los gases que emana el cloro y otros desinfectantes de agua pueden ocasionar asma y otras complicaciones del sistema respiratorio en los niños.
Alergias
El mismo estudio también comprobó que los pequeños que practican natación durante sus primeros años de vida son más propensos a desarrollar alergias en la adolescencia, pues los desinfectantes deterioran los conductos respiratorios y los hacen más sensibles.
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Irritación en los ojos
Una de las reacciones más comunes del cloro es la irritación ocular, es por eso que se recomienda usar siempre un visor para proteger los ojos, según MayoClinic.com. Sin embargo, cuando las albercas no se desinfectan de forma correcta, también existe el riesgo de contagiarte de conjuntivitis o infecciones más complicadas.
Hongos y lesiones en la piel
El pie de atleta es otra de las enfermedades que más se da en las piscinas. Pero la revista Respiratory Medicine añadió que, además de ese incómodo malestar, el agua clorada también puede causar dermatitis, irritación o eczema.
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Infecciones de las vías urinarias
ParentingScience.com también alertó del riesgo de contraer infecciones en las vías urinarias si se pasa demasiado tiempo en las piscinas.
Cáncer
Una investigación dirigida por científicos españoles y publicada en la revista Environmental Health Perspectives encontró que nadar por más de 40 minutos de forma regular, puede ocasionar mutaciones en el ADN de las personas, haciéndolas más propensas a desarrollar algún tipo de cáncer.
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Además, la Asociación Americana de Pediatría recomienda evitar esta actividad en niños menores de cuatro años pues, el riesgo de ahogamiento es mayor a esa edad, y los flotadores para bebés pueden dañar su cuello o causarles lesiones.
Y si quieres reducir el riesgo de tus hijos, asegúrate de que las piscinas que visiten estén debidamente cloradas, que no tengan colores oscuros, malos olores, que estén limpias, de preferencia aléjate de las aguas estancadas, y alerta a tus hijos sobre los peligros de tragar agua dentro de ellas.
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