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Cómo evitar ser atacado por la ameba ‘come cerebros’

Las autoridades de Texas dieron a conocer un nuevo caso de la ameba ‘come cerebros’ y aquí te decimos qué debes hacer para evitar contagiarte. ¡Toma nota!

Luego de que la ameba ‘come cerebros’ causara la muerte de un pequeño de seis años, el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió una alerta de desastre sobre este parásito unicelular, que típicamente se encuentra en aguas dulces templadas y estancadas como lagos y lagunas, y que puede entrar al organismo por la nariz, según los CDC

"El estado de Texas está tomando medidas rápidas para responder a la situación y apoyar a las comunidades cuyos sistemas de agua han sido afectados por esta ameba", declaró Abbott en un comunicado de prensa

Por ello, las autoridades alertan a los habitantes a evitar el contacto nasal con el agua de grifos y otras fuentes, como ríos, estanques, piscinas, aguas termales y canales.

Mientras que la Comisión de Calidad Ambiental de Texas emitió un aviso para que Lake Jackson y otras siete comunidades no utilicen el agua bajo ninguna circunstancia hasta que el sistema local pueda ser enjuagado y se determine que es seguro.

La institución también instó a las personas a evitar que entre agua por la nariz al ducharse, lavarse la cara o nadar y prohibió a los niños jugar con mangueras, aspersores o cualquier dispositivo que pueda arrojar agua por la nariz. Asimismo, recomendó dejar correr los grifos y mangueras del baño y la ducha durante cinco minutos antes de usarlos para enjuagar las tuberías.

Y es que, de acuerdo con CBS News, la hospitalización del niño se debió a la ameba Naegleria fowleri, que estaba vinculada a dos fuentes de agua con las que había jugado a fines de agosto antes de enfermarse: una zona de juegos acuáticos de Lake Jackson y una manguera en su casa.

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La Naegleria fowleri, coloquialmente conocida como la ameba 'come cerebros', puede provocar una infección en ese órgano que a menudo es mortal.

La N. fowleri habita en cuerpos de agua dulce templada, en los sedimentos depositados en el fondo, donde suele encontrar el alimento.

Cuando estos sedimentos se revuelven, la ameba se mueve con el agua y, como consecuencia, puede ser inhalada por alguien que esté nadando en los alrededores.

Una vez en la nariz, este parásito invade los nervios olfativos y viaja hacia el cerebro, donde se alimenta de las células nerviosas causando una peligrosa condición llamada meningoencefalitis amebiana.

Aunque es potencialmente mortal, las infecciones de la N. fowleri son extremadamente raras.

Además, debido a que no hay pruebas para diagnosticarla ni un tratamiento específico para combatirla, los especialistas recomiendan estar alerta ante cualquier cambio en el organismo pues, según los CDC, sus síntomas comienzan a manifestarse de uno a nueve días después de nadar u otra exposición nasal al agua que contienen la Naegleria.

Sus síntomas se dividen en dos etapas:

Primera etapa: dolor de cabeza frontal severo, fiebre, náuseas y vómitos.

Segunda etapa: rigidez de nuca, convulsiones, estado mental alterado, alucinaciones y coma.

Los expertos indican que las personas infectadas mueren entre uno y 18 días después de que comienzan los síntomas, por ello, indican que las personas que los experimentan deben buscar asistencia médica de inmediato, porque la enfermedad progresa rápidamente.

De acuerdo con datos de la organización antes citada, solo cuatro personas en los Estados Unidos de 145 han sobrevivido a la infección desde 1962 hasta 2018.

Mientras que el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, señala que, desde 1983 hasta 2010 hubo 28 muertes por infecciones de Naegleria fowleri en Texas, un promedio de aproximadamente una por año.

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