Cuidar el peso no tiene que ver solo con una cuestión estética. Mientras el número de mujeres obesas aumenta, su salud podría ponerse en riesgo. Checa las estadísticas y qué puedes hacer para prevenir ese problema.
La epidemia avanza
Por primera vez, más de 4 de cada 10 mujeres en Estados Unidos sufrirían de obesidad, como se indica desde el sitio de la Asociación Americana del Corazón, basándose en estadísticas oficiales provistas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos publicadas en la revista científica Journal of the American Medical Association.
Las tasas, tanto en hombres como mujeres, venían manteniéndose iguales hace aproximadamente una década. En los últimos años, sin embargo, las mujeres habrían tomado el liderazgo en esa competencia ¡que nadie quiere ganar! Actualmente, el 40% de las mujeres sufriría de obesidad, mientras que en los hombres sería un 35%.
Consecuencias negativas
Si bien no se sabe por qué ese porcentaje es tan alto, los expertos dicen que podría deberse a que las mujeres se sientan satisfechas con un tamaño corporal mayor. Lo que ellas tal vez no sepan es que la obesidad puede generar diabetes y llevar a sufrir enfermedad del corazón, además de otros problemas de salud serios.
¡Cuida tu peso!
Llevar un estilo de vida saludable sería fundamental para prevenir la obesidad. Checa algunas recomendaciones de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés):
- Concéntrate en el tamaño de las porciones al ir a un restaurante o local de comida rápida. Muchas veces es posible compartir los platillos por su gran tamaño.
- Ponte en movimiento. Haz que tu tiempo personal y en familia sea activo. Por ejemplo, puedes ir a caminar o a andar en bicicleta.
- Pasa menos tiempo frente a la pantalla, ya sea de la TV, el smartphone o la computadora. Expertos en salud sugieren dos horas o menos de esas actividades, más allá del trabajo.
- Sigue un plan de comidas saludable. Elige alimentos que te hagan bien y ten en cuenta cuántas calorías necesitas.
Por último, asegúrate de implementar todas estas recomendaciones en tus hijos. Recuerda que muchos hábitos comienzan en la infancia, por lo que si sus costumbres son saludables ¡mucho mejor!
Ante cualquier duda, y antes de hacer cambios significativos en tu dieta o en tu estilo de vida, no dejes de consultar con un profesional de la salud.
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