Fue en 1998 cuando Horace Roberts fue acusado del asesinato de su compañera de trabajo y amante, Terry Yvette Cheek.
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El cuerpo de Terry fue encontrado junto a un pequeño lago y muy cerca de ahí la camioneta de Horace, aún en marcha y con las luces encendidas, además, en la escena encontraron otros objetos supuestamente propiedad del presunto asesino, como un reloj.
Roberts mintió durante sus declaraciones ante el juez, para encubrir su romance prohibido con Terry, casada y madre de dos hijos, lo que hizo pensar al fiscal que intentaba ocultar algo más, de acuerdo con información de Infobae.
Tras 20 años de ser víctima de una trampa y pagar en prisión una condena injusta, la organización Proyecto de Inocencia de California hizo un hallazgo que cambiaría el rumbo de la vida de Horace: el reloj que lo inculpó no le pertenecía y tenían la manera de demostrarlo.
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Las pruebas de ADN revelaron que Roberts no había tenido contacto con el reloj, y encontraron muestras de alguien más, su esposo y sobrino, quienes ahora se encuentran detenidos con cargos de asesinato.
La investigación de la organización develó que Googie Harris y Joaquín Leal, esposo y sobrino de Terry, habían orquestado todo un plan para asesinarla y hacer pasar a su amante como el culpable.
Aprovecharon que Horace le había dejado su camioneta a Terry para ir al trabajo, algo que lo haría parecer el principal sospechoso, además Harris testificó contra Roberts y se presentó a todas las audiencias para oponerse a su liberación.
Luego de dos décadas tras las rejas, se le ha hecho justicia a Horace, ahora de 60 años, abandonó la cárcel con una gran sonrisa en el rostro, lanzó a la basura su uniforme de preso y sus zapatos, Proyecto de Inocencia de California lo esperaba en la puerta para iniciar junto a él su nueva vida.
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