Con tan solo 30 años Christina Ferrara comenzó a notar deterioro en su salud, como constante fatiga, sangrado de encías y orina obscura, pero nunca prestó demasiada atención a estos síntomas y lo atribuyó al cansancio de trabajar 40 horas a la semana y su alocado estilo de vida.
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Para mantenerse en pie, la mujer tomaba mucho café, bebidas energéticas y por las noches bebidas alcohólicas para estar activa.
Sin embargo, sus padecimientos empeoraron rápidamente por lo que acudió al médico para realizarse análisis clínicos y lo que descubrieron los especialistas fue alarmante.
“Sufría altos niveles de enzimas. Cuando mi médico me examinó, me dijo que tenía que ser ingresada en el hospital y que me iba a morir el fin de semana”, expresó Ferrara a Carters News.
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La joven fue diagnosticada con ictericia e ingresada de inmediato al hospital y en pocas horas empeoró su condición por lo que tuvo ser puesta en estado de coma inducido.
Debido a su grave estado Christina fue puesta en la lista de espera de trasplante de riñón en Florida en el primer puesto, pero en menos de 24 horas encabezó la lista nacional, siendo considerada la “mujer más enferma del país”.
Los médicos rechazaron tres riñones porque no eran adecuados para la paciente, pero cuando por fin llegó el órgano indicado entró a cirugía y de manera milagrosa recobró la salud rápidamente.
Ahora Christina está enfocada en hacer conciencia en la población para que se sumen a la donación de órganos ya que gracias a esto ella pudo salvarse en 2017.
“Si mi donante no hubiera elegido donar sus órganos, no estaría aquí ahora. Necesitaba un hígado específico y la persona que se registró fue mi ángel guardián”, relató la mujer a Clarín.
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