Rosa Jiménez es una madre mexicana que permaneció 18 años en la cárcel tras haber sido acusada de causar la muerte de un niño en 2003 y ahora que recuperó su libertad luego de que una jueza en Texas determinara que el deceso del pequeño pudo haber sido accidental, compartió en exclusiva a Un Nuevo Día su duro testimonio.
"Es muy emocionante estar aquí. Le doy gracias a toda la gente que me ha apoyado representándome todos estos años", dijo entusiasmada.
Rosa estuvo casi dos décadas en cautiverio, pero asegura que siempre mantuvo viva la esperanza de que algún día saldría libre.
"Todos los días me decía a mí misma que las cosas iban a cambiar, que no iba a estar ahí todos esos años", contó conmovida.
Cuando salió de prisión, lo primero que quiso hacer fue ir a la Iglesia a agradecerle a Dios, pues considera que todo fue posible gracias a él.
"Yo le doy todo el crédito a Dios primeramente de que todo esto haya sido posible. En mi opinión él fue el que puso todas estas personas para ayudarme desde mis abogados, la gente de migración, la gente del consulado mexicano. Todos ellos fueron un equipo que trabajó juntos", destacó.
Mira el video relacionado: Vivió el 9/11 estando embarazada y 19 años después cuenta su testimonio
Rosa inicialmente fue sentenciada a 99 años de prisión y algunos opinan que terminó tras las rejas por no saber inglés y no contar con una buena representación legal, algo con lo que ella concuerda.
"Sí, especialmente porque no entiendes lo que están diciendo, no comprendes las leyes. Todo eso te afecta", indicó.
Rosa tenía tan solo 17 años cuando llegó de México a Estados Unidos y, a pesar que no ha podido olvidar lo que pasó aquel enero de 2003, está enfocada en su futuro y en el bienestar de sus hijos.
"Es algo que no puedes sacarte de la mente. 18 años que me quitaron, entonces cómo poder olvidar eso. Pero, a la misma vez tienes que pensar que hay un nuevo futuro, que ahí están mis hijos, que Dios va a restablecer nuestra relación y todo va a salir bien al final de todo lo que está pasando", detalló.
Rosa fue llevada a prisión cuando tenía cuatro meses de embarazo y una hija de tan solo un año, por lo que ver crecer a sus hijos desde lejos no fue tarea fácil.
"Eso fue muy doloroso. Especialmente el día de ayer pude ver a mi hijo Emmanuel por primera vez. Tocarlo después de 18 años", platicó.
Y agregó: "Fue un momento muy emocionante, pero a la vez muy doloroso porque te has perdido tanto tiempo sin ellos. Pero, yo sé que fue un día maravilloso ayer, nos la pasamos muy bien. A pesar de que el tiempo nos separó, tenemos esa conexión todavía".
Aunque sus problemas legales aún no concluyen porque lucha para evitar la deportación a México y enfrenta un nuevo juicio político, Rosa está enfocada en disfrutar cada día como si fuera el último.
"La verdad no tengo idea de lo que va a ser mañana, nada más sé que cada día estoy tratando de vivir un nuevo día y tratando de disfrutar mi libertad", admitió.
Mira también:
Sin cometer ningún delito, actriz se encarcela por una buena causa
Video relacionado: Cuatro testimonios conmovedores de personas que tuvieron mucho que agradecer en 2020