Hace siete años, Dayanara Torres detectó un nuevo lunar en su pierna y no le prestó atención, sin saber que en realidad se trataba de un melanoma cancerígeno en tercer grado a punto de ser mortal.
La Skin Cancer Foundation señala que el melanoma es una forma grave de cáncer de piel que comienza en células conocidas como melanocitos. Es más peligroso debido a su capacidad de diseminarse a otros órganos más rápidamente si no se trata en una etapa temprana.
En diversas ocasiones, Torres ha señalado que ignoró este lunar que crecía de forma irregular en la parte superior de su rodilla hasta que su exprometido Louis D’Esposito le dijo que se revisara y le programó una cita médica, donde le practicaron una biopsia y los resultados dieron positivo para melanoma.
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La puertorriqueña platicó a Un Nuevo Día que jamás imaginó que este tipo de cáncer en la piel le podía pasar, ya que siempre se cuidó del sol.
"Yo nunca estoy en el sol, al contrario, nunca lo tomo. No puedo estar en el sol. Si tengo que estar en él, siempre estoy en una sombra, siempre estoy protegiéndome. Jamás pensé que me iba a tocar a mí", detalló.
Además de la exposición desprotegida o excesiva a los rayos UV del sol o del bronceado en interiores, un sistema inmunológico debilitado, muchos lunares, tener piel clara, la genética y los antecedentes de cáncer de piel, son otros factores que aumentan el riesgo de presentar esta condición.
De acuerdo con la organización, solo el 20-30 % de los melanomas se encuentran en lunares existentes. Mientras que el 70-80 % surgen en pieles de aspecto normal.
Ante su diagnóstico, tuvo que cambiar el ruido de los escenarios por el silencio de los hospitales y durante el año de tratamientos y terapias a los que se sometió para combatir su enfermedad, hizo público su testimonio en las redes sociales para alertar a otros sobre esta peligrosa condición.
"Mientras más hablo del tema, más estoy ayudando a alguien. Porque no es lo mismo decir ‘tengo cáncer’ en febrero y no hablar del tema jamás, que vieran lo que estaba pasando", puntualizó.
Según la fundación, los melanomas se presentan en muchas formas, tamaños y colores diferentes, y suele curarse cuando se detecta y trata a tiempo.
También indica que la tasa de supervivencia estimada a cinco años para los pacientes estadounidenses cuyo melanoma se detecta temprano es de aproximadamente el 99 %, y se estima que 6,850 personas morirán a causa de este tipo de cáncer en los Estados Unidos en 2020.
Por ello, Dayanara quiere inculcar la importancia de este tipo de cáncer en la piel y actualmente es la vocera de la Fundación para el Estudio del Melanoma y modelo de su campaña #GetNaked, en donde aparece al desnudo.
"Desnúdate para te chequees porque tú te ves los lunares y sabes que no estaban ahí. El doctor no sabe eso, lo tienes que encontrar tú", dijo.
Ahora que su cáncer está en remisión, la modelo quiere compartir su testimonio para alertar a otros a revisarse y no dejar pasar cualquier señal por mínima que sea.
"Una manchita, algo que veas, una cosa tan pequeñita me pudo haber costado la vida. Cuiden de su piel, chéquense, vayan al doctor, la detección temprana siempre es importante", destacó.
La 'Skin Cancer Foundation' indica que las cinco primeras letras del alfabeto son una buena guía para observar las primeras señales de este tipo de cáncer:
A para Asimetría: los lunares benignos suelen ser simétricos, es decir, si dibujas una línea en el centro, ambos lados son iguales. No obstante, en el caso de los melanomas, las dos mitades no coinciden, lo cual lo convierte en una señal de alarma.
B para Borde: comúnmente, los bordes de los lunares son regulares e iguales en toda su circunferencia, caso contrario al melanoma, el cual suele tener más la forma de una mancha, pues sus bordes son ondulados y asimétricos.
C para Color: los lunares normales suelen tener un color marrón uniforme en su totalidad y no muestran manchas de otras tonalidades. En cambio, los melanomas pueden mostrar diferentes colores en una sola mancha, que pueden ir del rojo al blanco e incluso al azul.
D para Diámetro: con frecuencia, los lunares benignos son pequeños, con dos o tres milímetros de diámetro. Por el contrario, los melanomas salen tener un diámetro más grande, aproximadamente seis milímetros, o más grandes que la goma de un lápiz.
E para Evolución: con el paso del tiempo, los lunares normales no cambian su forma o tamaño, por lo que una señal de alerta es si tu lunar comienza a crecer, se abulta, o cambia de color, de acuerdo con las organizaciones de salud.
Si sospechas que presentas este problema, acude inmediatamente con un experto de la salud para recibir un diagnóstico acertado.
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