La pandemia de coronavirus ha transformado la vida de millones de personas, siendo los niños y adolescentes los que presentan más dificultades para adaptarse al cambio de no acudir a la escuela y socializar con normalidad.
Aunque los padres están haciendo un gran trabajo intentando sacarle provecho al “homeschooling”, podrían estar cometiendo algunos errores, siendo el mayor de ellos exigir de más a sus hijos y convirtiendo el hogar en un campo de batalla.
La doctora Colette Poole-Boykin, miembro del área de psiquiatría infantil en el Hospital Yale-New Haven, explicó a ABC News que el hecho de que los niños pasen 8 horas al día en la escuela, no quiere decir que en casa permanecerán el mismo tiempo estudiando.
Sumado a esto, cada niño tiene su propio estilo de aprendizaje y personalidad, por lo que algunos podrán mantener la concentración por más tiempo, otros necesitarán de cantos y juegos para estudiar y algunos más serán autodidactas.
La experta brindó una regla simple para determinar cuánto tiempo debe dedicar cada pequeño al estudio de un tema en particular.
Debe multiplicar la edad del niño por 2 y por 5, el resultado se representará en minutos. Por ejemplo, si su hijo tiene 5 años podrá estudiar en un lapso de 10 a 25 minutos, como máximo.
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Poole-Boykin invitó a los padres a crear un plan de estudios ideal para cada familia, para esto se tiene que tomar en cuenta que los niños de primaria pueden tolerar únicamente de 1 a 2 horas de “homeschooling” diario. También, deberán de contar con la supervisión constante de papá y mamá y deberán tener una rutina.
Si tu hijo es un alumno cinético, no lo regañes por levantarse constantemente de su lugar o por no permanecer en silencio, para él lo más recomendable será un plan de estudios con tareas didácticas, música y experimentos.
Los estudiantes de escuela intermedia podrán estudiar máximo 3 horas al día. Para ellos las clases en línea o por medio de videoconferencias serían lo más recomendable, de acuerdo con la especialista.
Para los chicos de secundaria 4 horas de estudios al día son más que suficientes. Con este grupo no se necesita tanta supervisión, más bien se requiere de tolerancia para lidiar con sus cambios de humor.
Los padres deben estar confiados en que los profesores y la comunidad educativa está trabajando en un plan de regreso a clases, para que todos los niños alcancen el mismo nivel cuando las escuelan abran sus puertas y las lecciones se retomen.
Por esto la doctora Colette Poole-Boykin pide a los padres de familia que no se sientan presionados ni culpables si un día prefieren hornear galletas en lugar de abrir un libro. Para la especialista el principal trabajo de papá y mamá es mantener a los niños y adolescentes sanos y “emocionalmente intactos”.
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