Muchos niños y adolescentes usan Snapchat, una aplicación que permite enviar mensajes, videos y fotos, que se programan para que desaparezcan tras algunos segundos. Si tu hijo es fan, quizás debas saber más sobre ella, para que puedas controlar cómo lo utiliza.
Fotos divertidas
Un gran atractivo de Snapchat es que ofrece herramientas de edición súper fáciles de usar, para que los usuarios decoren sus “snaps”, o publicaciones. Así, podrían compartir fotos de sí mismos con coronas de flores, emojis y hasta con sus rostros convertidos en los de graciosas abejitas.
Además, tal como se explica desde Common Sense, el hecho de que los mensajes no sean permanentes puede hacer que usar este app se sienta como un juego y proveer una sensación de libertad. Por eso, los niños pueden compartir momentos de su día a día de forma volátil, sin la “responsabilidad” que va detrás de otras redes cuyos “posts” quedan fijos, como Instagram o Facebook.
El riesgo de compartir demasiado
Por otra parte, desde dicho sitio se advierte que esta misma libertad puede tentar a los jóvenes a compartir imágenes sexis, pensando que solo durarán un momento.
Pero los padres deberían saber que no sería realmente cierto que los mensajes desaparecen para siempre, ya que pueden comprarse “replays” extra, aunque solo uno por “snap”.
Además, es posible que otro usuario haga capturas de pantalla en su teléfono y publique el mensaje o la foto en otra red, inmortalizando el momento. Por eso, es muy importante que sean cuidadosos con lo que envían, y a quién se lo envían.
¿Quién les envía mensajes?
Los settings que vienen por default en la aplicación permitirían que cualquier persona envíe “snaps” a los usuarios. Por eso, sería una buena idea que tus niños los cambien, para permitir que solo los amigos puedan hacerlo, recomienda Common Sense. Así, ¡no se encontrarían con mensajes o fotos no deseados!
Otro detalle: el contenido Discover, que se ve en la red, dura 24 horas en lugar de unos pocos minutos, y podría mostrar anuncios, noticias y más.
Ahora, ya puedes decir que sabes cómo funciona Snapchat. ¡Asesora a tus hijos para que usen esta app con responsabilidad!
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