El pasado fin de semana, Meghan Markle y el Príncipe Harry confirmaron el nacimiento de su hija Lilibet Diana, una noticia que, por un momento, hizo olvidar sus rencillas con la Familia Real, pues fueron felicitados por la realeza, donde también le dieron la bienvenida a la nueva integrante.
Pero aunque el distanciamiento de los duques de Sussex había pasado a segundo plano, hay quienes dicen que el nombre de su pequeña, que está basado en la bisabuela, la reina Isabel, apodada Lilibet por sus seres queridos, y de su abuela, Diana de Gales, es una especie de desafío.
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Y es que en medio de todo este júbilo se rumora que Harry y su esposa tuvieron una doble intención al nombrar a su hija, pues buscan llamar la atención y que la menor siempre les recuerde a todos, pues señalan que lejos de ser un homenaje, podría significar una actitud provocadora.
Incluso, hay quienes aseguran que esta decisión de escudarse detrás de su hija sería una mala elección para ellos, pues a la larga ella será quien enfrente las consecuencias, ya que lejos de alejarla del ojo público, como supuestamente querían, la ponen justo en el centro de los reflectores.
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Ahora se sabe que Lili nació el viernes 4 de junio a las 11:40 horas al cuidado de los médicos y el personal de confianza del Hospital Santa Barbara Cottage, en California. Pesó 7 libras y 11 onzas (3,5 kilos) y que tanto la madre como la niña están bien y tienen salud, además de que ya se encuentran en casa, pero es que después de la buena nueva, hay algunos que creen que ese nombre tiene mucho peso, ¿será que tienen razón?
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