Cuando muchos creían que la muerte de la reina Isabel II traería una especie de tregua entre los integrantes de la familia real, todo indica que las cosas al interior de la dinastía aún están que arden, en especial cuando se trata de Meghan Markle y el príncipe Harry e incluso sus hijos: Archie, de 3 años y Lilibet, de 1 año, quienes también podrían estar en la mira.
Y es que hace unos días, diversos medios internacionales y especialistas en la realeza británica dieron a conocer que los dos pequeñitos podrían reclamar lo que les pertenece, pues ahora que Carlos III se convirtió en rey, Archie y Lilibet se han convertido automáticamente en príncipes y podrían usar el título de “Su Alteza Real”.
Todo esto se debe gracias a las reglas establecidas por el rey Jorge V en 1917, las cuales dicen que Archie y Lili, como hijos del hijo de un soberano, ahora tienen un tratamiento como miembros oficiales de la familia real si deciden usarlo; aunque todo parece indicar que hay alguien que no lo permitirá.
De acuerdo con el medio 'The Sun', una fuente les informó que, aparentemente, Harry sostuvo una tensa conversación con su padre, Carlos III, en la que habría quedado “furioso” porque sus hijos no fueron considerados para ser “Alteza Real”.
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De hecho, se dice que Harry comparó su situación con la de su tío, el príncipe Andrew, cuyas hijas, Beatriz y Eugenia, sí recibieron el estatus de “Alteza Real”, pese a no ser miembros de la realeza. Incluso, el mismo medio destaca que Meghan y Harry “han quedado furiosos porque Archie y Lilibet no pueden tomar su título. Ese es el acuerdo: pueden ser príncipe y princesa, pero no Su Alteza Real porque no son miembros de la realeza que trabajan”.
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