En medio del conflicto armado que se desató tras la invasión de Rusia a Ucrania, diversos medios internacionales comenzaron a especular que Vladímir Putin estaría escondiendo a Alina Kabáyeva, la mujer que dicen que es su amante, y a los cuatro pequeños, que se rumora son hijos del mandatario ruso, en un lugar de Suiza.
De acuerdo con la prensa internacional, mientras el Kremlin se resiste a confirmar el noviazgo entre Putin y la ex gimnasta, muchos no tienen duda de que el presidente comparte su vida desde hace décadas con esta bella mujer madre de sus hijos pequeños, unas gemelas de 7 años, que nacieron cerca de Lugano, Suiza, en febrero de 2015 y se cree que también tienen otros dos hijos, al menos así lo asegura el portal “Page Six”.
Y es que el citado medio señala que, “Mientras Putin lleva a cabo su asalto a Ucrania, atacando a ciudadanos inocentes y provocando una crisis, su familia está refugiada en un chalet muy privado y muy seguro en algún lugar de Suiza, al menos por ahora”, así lo dijo una fuente, quien también señaló que Vladímir los escondió a ellos para protegerlos de cualquier situación de riesgo.
Pese a que el político ha mantenido su vida privada en total hermetismo, los medios señalan que esta supuesta historia de amor entre él y la ex deportista surgió en 2013, luego de que Putin se divorciara de Liudmila Pútina tras 30 años de matrimonio y dos hijas en común: María y Katerina, aunque años atrás se decía que había algo más que una amistad con Kabáyeva.
En septiembre de 2013, pocos meses después de que todo el mundo supiera que el presidente ruso había comenzado los trámites para separarse de Liudmila, la prensa volvió a la carga con nuevas revelaciones sobre su relación con Alina y los rumores parecían confirmarse, pues incluso se dijo que se casaron en secreto.
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Y aunque Kabáyeva sí contrajo matrimonio pero con el magnate Artur Ocheretni, diferentes teorías señalan que ella es la madre de cuatro hijos de Putin, por lo que ahora el mandatario habría decidido esconder a esta mujer con los pequeños, mientras que a su primera esposa junto a sus dos hijas mayores la habría enviado a un lujoso búnker de alta tecnología, que estaría ubicado en las montañas de Altái y fue diseñado para protegerse en caso de una guerra nuclear, así lo afirmó el politólogo Valery Solovey, conocido anteriormente por difundir teorías de conspiración.
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