Todavía como Marina, Graciela arriba llena de sueños con Benjamín, su hermano, a Ciudad de México. Para sobrevivir llega hasta a robar; es detenida, pero un milagro la salva de la cárcel.
Don Max, un asiduo de La Casa, le advierte a Pedro que se quite de su camino; él está interesado en Graciela. Teresa la cocinera fue expulsada de la casa y ahora usa a Consuelo para vengarse.
Marina pierde a su bebé y cae en una severa depresión. Ordóñez envía a José al frente con Martín, pero los hermanos dudan de las intenciones del general. Catalina es echada de la congregación.
En compañía de los suyos, Graciela espera a su hija; ella busca a María Conesa y hablan de la oportunidad para rehacer su vida en el escenario, pero Ruth, su compañera de canto, le juega sucio.
José encara al general Ordóñez para defender la honra de Marina. El Dr. Ávila fija fecha de matrimonio con Isabel, quien le pide ayuda a Catalina con los preparativos de la boda y ella sufre.
Graciela tiene que enfrentar a su hija, ahora que sabe la verdad sobre La Casa de la Bandida. Antonio no quiere perder el amor de Marina, pero no puede negar que sabe del negocio de la Bandida.
La policía intenta intimidar a Graciela en un interrogatorio, pero ella se muestra desafiante. De niña conoció la muerte y, si antes era precoz y atrevida, ahora no le teme a nada.
El general Ordóñez intenta abusar de Marina y ella le oculta a José la causa de sus moretones. La hermana Catalina le da un ultimátum al Dr. Ávila luego de conversar con Isabel, su prometida.
Marina rompe con su mamá y acepta ser novia de Damián, para vengarse de sus compañeras. La Liga de la Decencia se reagrupa; han encontrado una nueva manera de atacar a Graciela.
Graciela y Ruth provocan molestias por el desenlace de sus peleas; pero las circunstancias las conducen a buscar a Tovar, como inversionista, para abrir un nuevo centro de espectáculos.
En un ataque para conseguir drogas para la enfermería de Adela, Marina resulta herida y le dice José que está embarazada. Isabel sorprende al doctor con la monja y denuncia a Catalina.
Graciela viaja a Chicago con Tommy Barton, la mano derecha de Al Capone, para conocer al famoso gánster. Ramiro le cuenta a Arturo, el otro sobreviviente de la banda, que Marina murió.
El evento está listo y ya es demasiado tarde para detener el mal que está hecho en contra de la Rubia. Las sospechas son cada vez más claras, mientras Graciela suplica por su recuperación.
A pesar de jurar vengar la muerte de su padre y de apuntarle a José con una pistola, Marina toma una decisión que sorprende a todos. Crece la tensión entre la hermana Catalina y el Dr. Ávila.
Marina es aceptada como miembro de la banda de Juan, y este la lleva a conocer a la vedete María Conesa. Ramiro siente celos e increpa a Marina en cuanto a sus amistades; ella se enfada.
Graciela desafía al presidente a través de una canción compuesta con Pedro, quien se ha convertido en un aliado; las reacciones no se hacen esperar. Benjamín visita a Marina y la aconseja.
El ejército revolucionario se prepara para atacar la ciudad de Torreón; Ordóñez y José asisten a Pancho Villa con el plan. Antonio, el Curita, confiesa su amor a Adela por medio de una canción.
Graciela y Arturo se meten en problemas cuando las prostitutas se escapan del negocio de Ruth. La hermana Catalina recibe elogios de una persona especial, ella tiene que tomar una decisión.
Graciela visita a su hija en el internado, la encuentra desafiante; la Bandida debe enfrentar sus recuerdos. Se desatan discusiones entre clientes y prostitutas en una noche tormentosa.
Ordóñez se rinde ante los encantos de una mujer misteriosa, sin saber la sorpresa que le tiene. La amistad entre Marina y Antonio, el hijo de Adela y el Curita, se hace más íntima.
La consolidación de La Casa de la Bandida la lleva a aumentar la cantidad de mujeres en el negocio, pero las exigencias de Tovar y algunos rumores perturban a Graciela. Marina recibe una carta.
Descubrir que José tiene un hijo, hace que Marina quiera abandonar el campamento. Marieta, una nueva amiga, le muestra su oficio. Un secreto del Dr. Ávila hace enfermar a la hermana Catalina.
Una subasta en La Casa de la Bandida termina en boca de las mujeres de La Liga de la Decencia. Graciela amenaza a Tovar con dejar la casa y llevarse al personal que allí trabaja.
Graciela se siente traicionada, al descubrir que Ramiro ocultó toda su correspondencia por medio de la recepcionista del hotel. Ella debe esconderse de la policía y sabe cuál camino va a tomar.
Pedro se vale de todo para que Graciela lo deje regresar. Una propuesta en La Casa coloca a la Rubia, la más famosa de las muchachas, en una ventajosa posición, pero hay planes para afectarla.
La policía cuestiona a Graciela sobre el asesinato del Ordóñez, por ser más que conocido el odio entre ellos; ella se muestra desafiante. La Liga de la Decencia pierde efectividad.
La joven Marina choca con el asesino de su padre y piensa en matarlo, también ayuda en el internado y considera ordenarse como religiosa. Catalina conoce al Dr. Ávila y queda impactada.
Tovar vende su mitad de La Casa y de sus negocios a Ordóñez, pero Graciela le tiene una sorpresa. A la Bandida no le sobran enemigos, y un hombre intenta matarla en la salida de su negocio.
José es herido de gravedad en una emboscada que los hombres de Ordóñez le tienden a él y a su hermano Martín. Ramiro, el mejor amigo de José, sabía del plan y lo confronta por remordimiento.
El negocio no va bien y Graciela tiene sus diferencias con Ruth sobre cómo manejarlo; ella reconoce que puede activarlo y propone una idea para salvarlo: la ayuda de Arturo es clave.
Marina se casa y se une al ejército de Pancho Villa, descubre que José es un mujeriego y Chayo le da el puntillazo. La hermana Catalina le pide al Dr. Ávila limitarse al plano profesional.
Catalina y Benjamín buscan a Graciela donde está detenida; ella amenaza al político con revelar sus secretos. Pedro pasa por encima de la autoridad de la Bandida: su decisión es determinante.
Para sorpresa de la hermana Catalina, la señora Eduviges Fernández se antoja de ser benefactora de los niños y se los lleva a casa. Reciben educación, pero su nuevo hogar es algo disfuncional.
Cansada de ocultar su amor por Pedro, Graciela toma una decisión importante en su relación. Tovar celebra la muerte de Ordóñez en La Casa de la Bandida, cuando es detenido por la policía.
Las Mexicanitas es un éxito, pero los celos de Ruth y la debilidad de Arturo crean una coyuntura. Graciela conoce a Sergio, un representante de artistas, quien se interesa en ella.
Los niños terminan en un internado al cuidado de unas monjas, donde son separados por primera vez. Marina se hace amiga de Beatriz, conoce su historia, pero la amistad tiene un final trágico.
Consuelo convence a Graciela de ver una presentación y ella queda impresionada. Graciela duda y sufre al dejar a Marina en un internado; ella parece feliz, pero sus compañeras la cuestionan.
Marina logra escapar con Ramiro y adopta un nuevo nombre. Se establecen en Juárez, desde donde planea contrabandear alcohol a los EE.UU., para lo que busca la ayuda de un conocido traficante.
Marina es expulsada del colegio y su madre no duda en defenderla. Fabián Alvarado es socio de La Casa y su esposa María, es la líder de La Liga; Graciela la amenaza con contarlo todo.
Tovar invita a Ordóñez a La Casa y esto descompone a Graciela, quien actúa como una fiera. Una protesta de La Liga de la Decencia hace que la Bandida mueva sus influencias para defenderse.
Tovar busca apoyo en un rival, cuando Ordóñez le impide despedir al Güero por propinar una paliza a un cliente. En su lucha por vivir, Graciela habla con los espíritus de José y Tommy.
Graciela impresiona a Al Capone y logra su objetivo, pero debe saber cómo responder a una propuesta. Tommy y ella hablan de sus pesares y del futuro, Ramiro la presiona para casarse.
Pedro visita a Graciela en el hospital y ella le pide que no hable con su hija; no quiere que sepa de La Casa ni de las muchachas. Los hombres de Ordóñez impiden la entrada de Tovar al burdel.
Ya en el D.F., Marina asombra a Juan con su destreza jugando a las cartas; el jugador le hace una oferta de trabajo inusual, pero tentadora, mientras que Ramiro le declara su amor.
Leonor, por envidia, delata a la banda. Con ayuda de Marina, Juan lo arriesga todo por encontrarse con María Conesa una vez más; el amante de ella es el jefe de seguridad de la ciudad.
Antonio, el hijo de Adela, regresa para ver a Marina. En la casa, las muchachas tienen líos de amor: Consuelo sufre por amar a Pedro; la unión del Güero y la Princesa entristece a la Ninfa.
Damián y Edith, estudiantes del internado, terminan su relación y ella acusa a Marina de engatusarlo. Tras los trabajos de Teresa, la Princesa queda como loca y alucina con la bruja.
La relación de Graciela y Tommy se fortalece, aunque ella quiere saber qué tan lejos puede llegar con su ambición y con sus ideales al defender a las mujeres que trabajan para Al Capone.
El temor se apodera de Graciela cuando ella y Tommy reciben una noticia. En su viaje a Juárez toma una decisión, pero todo cambia a su regreso cuando ambos son sorprendidos en una entrega.
Persisten las manías de guerra del general Ordóñez, quien abusa con impunidad de su poder e influencia. Tovar intenta desalojar a Graciela de La Casa, pero las muchachas tienen otros planes.