Kristhyan David salió desde Bogotá, Colombia, para cruzar la frontera junto a su madre, Claudia Marcela Peña, y su hermana mayor, María José, y llegar a Estados Unidos para reunirse con su padre, Víctor Hugo Morales Pinzón, en agosto pasado.
Su madre llamó desorientada al número 911 de emergencias desde el área de Yuma, en Arizona, para pedir ayuda. En la llamada, revelada por las autoridades, se puede escuchar la voz de la mujer desesperada: "Por favor ayúdeme, me voy a desmayar".
Sin embargo, Kristhyan perdió a su madre y a su hermana intentado cruzar la frontera.
Tras darse a conocer la noticia, el padre del pequeño visitó el foro de hoy Día el 1 de septiembre y declaró que su mayor anhelo era reencontrarse con su hijo.
"Es lo único que me queda, mi mamá y mi hijo, de familia en primera línea", dijo.
Finalmente, el pasado viernes 24 de septiembre el pequeño de casi 2 años viajó desde San Francisco para reencontrarse con su padre. Pero, ahora enfrentan un nuevo reto, el poder encontrar los recursos para mantenerlo y esperar a que la corte decida el futuro del niño.
En entrevista con hoy Día, su abuela Martha Cristina Pinzón y su padre Víctor Hugo hablan sobre el caso.
Martha Cristina llegó de Colombia a Estados Unidos para poder ayudar a su hijo y estar al cuidado de su nieto. Visiblemente afectada, contó que no tenía los medios, ni la oportunidad para poder trasladarse a EE.UU..
De hecho, tuvo que renunciar a su trabajo para poder "aportar mi amor como abuelita y mis conocimientos como mamá para enseñarle a mi hijo a ser padre y madre a la vez,", dijo.
Con profundo dolor, contó que el pequeño estaba acostumbrado a estar todo el tiempo junto a su madre, por lo que constantemente pregunta por ella, pero hasta ahora no han sabido cómo decirle que ya partió.
"Me toca prácticamente suplir esa necesidad de no tener a su mamita al lado y tener la calma de poder estar en los momentos difíciles cuando llora y pide a su mamá. Aunque sé que nunca se va a poder suplir ese amor de mamá y que nunca le vamos a poder decir que soy su mamá, por ahora los cuidados y todo lo que él requiere me corresponden a mí", explicó.
A la par del duro proceso emocional que atraviesa la familia, también se está viviendo un proceso legal en la corte migratoria por la estadía del niño. Martha Cristina contó que no cuentan con el dinero, ni con los medios para poder contratar a un abogado que esté pendiente del caso, por lo hace un llamado de ayuda a la comunidad.
"Kristhyan puede ser deportado en el caso de que no contemos con los medios, por eso es muy importante que alguien que sea abogado quisiese darnos la oportunidad de llevar este proceso sin costo alguno, porque si su mamita dio la vida, no es justo que él se regrese a Colombia", declaró.
Por su parte, Víctor Hugo platicó cómo fue el reencuentro con su hijo y cómo ha sido su convivencia. "Tuvo un poco de timidez al principio, pero ha estado durmiendo bien conmigo y abrazándonos. Se ha portado un poco rebelde", reveló.
Aunque solo lo conocía a través de videollamadas, el niño lo reconoció inmediatamente y lo recibió con un beso y un abrazo.
El padre también dijo que ambos enfrentan un proceso de residencia, por lo que requieren que tanto su caso, como el de su hijo, se lleven de la mano.
"Necesitamos servicios de salud, una vivienda y un abogado principalmente para el niño y para mí, porque su proceso también depende del mío. El proceso de residencia es primordial para los dos", declaró.
A inicios de septiembre, el desesperado padre contó que se encontraba "buscando los recursos" para poder darle una casa a su hijo menor. Incluso expresó sus deseos de traer desde Colombia a la abuela del pequeño para que lo ayudara a cuidar al niño mientras él trabajaba.
El hombre recordó entre lágrimas que su hija fallecida tenía el gran anhelo de conocer el mar. También relató la última conversación que tuvo con su esposa antes de que ella muriera en el desierto junto a su hija.
"Ella [Claudia] me llamó en el momento en que se perdió. Ella no quería cruzar la frontera. Solamente estaba esperando a los oficiales de migración. Nunca quiso atravesar hasta Estados Unidos. Cuando la encontraron en EE.UU. fue porque ya había caminado y se perdió", relató el hombre.
Desesperada, su esposa llamó al número 911 para pedir ayuda: "Cuántas personas están ahí con usted", le pregunta el operador. "Dos niños, por favor ayúdeme, me voy a desmayar", responde Claudia. De fondo se escucha que uno de los niños dice: "Mami, tengo hambre".
El operador le envió un mensaje de WhatsApp a la mujer para que compartiera su ubicación. Lamentablemente, la llamada duró apenas unos segundos porque la batería del celular de Claudia se agotó.
Al llegar, la Patrulla Fronteriza la encontró a ella y a la niña muertas.Ambas habrían fallecido por las altas temperaturas del desierto, ya que sus cuerpos no mostraban signos de violencia.
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