Víctor Hugo Morales Pinzón, esposo de la inmigrante colombiana que murió en el desierto de Arizona junto con su hija de 10 años cuando intentaba llegar a Estados Unidos para reencontrarse con él, ahora "busca los recursos" para poder darle una casa a su hijo menor, que fue el único que pudo sobrevivir.
El destrozado padre enfrenta no solo la pérdida de su esposa e hija, sino también espera reunirse con su hijo Cristian David. En entrevista con hoy Día, cuenta que está haciendo todo lo posible para volver a ver a su pequeño.
Visiblemente afectado, Víctor Hugo dijo que la trabajadora social que está llevando el caso, le informó que su hijo está bien y que incluso ha estado jugando.
Además, dijo que está siguiendo todas las órdenes de la trabajadora social para poder reunirse con él y darle una casa "que se acople a las necesidades de nosotros dos".
Morales Pinzón también expresó sus deseos de traer al país a su madre, que se encuentra en Colombia, para que ella pueda cuidar de su hijo cuando él esté trabajando y así él pueda buscar todos los recursos para amueblar la casa, comprar la cuna, ropa y juguetes de su pequeño hijo, para poder reencontrarse con él.
"Es lo único que me queda, mi mamá y mi hijo, de familia en primera línea", aseguró.
Mientras tanto, el hombre contó que tiene pensado cremar los restos de su fallecida esposa e hija. "Ya tengo la autorización del hermano de ella [Claudia] y la autorización del padre biológico de la niña. Los restos me los van a entregar en 20 días que sale la necropsia", informó.
El padre también platicó que quiere honrar la vida de su fallecida esposa y la de su hija con una ceremonia en la playa, "porque el gran anhelo de mi hija era conocer el mar". Posteriormente, sus restos serán enviados a Colombia con la familia de ambas.
La esposa de Víctor Hugo y sus dos hijos salieron desde Bogotá, Colombia, rumbo a México para luego cruzar a Estados Unidos en busca del sueño americano. Sin embargo, supuestos coyotes habrían abandonado a la familia a su suerte en medio del desierto de Arizona.
"Ella [Claudia] me llamó en el momento en que se perdió. Ella no quería cruzar la frontera. Solamente estaba esperando a los oficiales de migración. Nunca quiso atravesar hasta Estados Unidos. Cuando la encontraron en EE.UU. fue porque ya había caminado y se perdió", relató el hombre.
Desorientada, Claudia Marcela Peña llamó al número 911 de emergencias desde el área de Yuma, en Arizona, para pedir ayuda.
En la llamada, revelada por Telemundo, se puede escuchar la voz de la mujer desesperada: "Cuántas personas están ahí con usted", le pregunta el operador. "Dos niños, por favor ayúdeme, me voy a desmayar", responde Claudia. De fondo se escucha que uno de los niños dice: "Mami, tengo hambre".
El operador le envió un mensaje de WhatsApp a la mujer para que compartiera su ubicación. Lamentablemente, la llamada duró apenas unos segundos porque la batería del celular de Claudia se agotó.
Al llegar, la Patrulla Fronteriza la encontró a ella y a la niña muertas. El pequeño, sobrevivió. Ambas habrían muerte por las altas temperaturas del desierto, ya que sus cuerpos no mostraban signos de violencia.
"El gran anhelo de mi esposa era que mi hijo estuviera conmigo y lo logró, pero a un precio muy alto", concluyó Víctor Hugo.