Por Meghan Holohan — TODAY
La piscina se siente tranquila los domingos en el YMCA de Northern Colorado. La salvavidas Natalie Lucas, de 18 años, trabaja sola para ver a menos de una docena de personas nadando. El 24 de julio fue una excepción a un domingo perezoso cuando una nadadora dio a luz junto a la piscina.
“Siempre he visto el parto en películas y programas de televisión, pero nunca en la vida real. Definitivamente fue revelador”, dijo a TODAY Parents Natalie de Longmont, Colorado.
“Es algo nuevo e increíble lo que le está pasando a esta familia. Es maravilloso, pero también loco”.
La pareja, Tessa Rider y Matthew Jones, llegó a la piscina alrededor de las 10:30 am. Matthew dijo que el bebé estaba colocado de tal manera que descansaba sobre los nervios y la cadera de Tessa, causándole un dolor intenso que solo disminuía cuando ella estaba en la piscina.
Después de meterse en el agua, Tessa comenzó a flotar tranquilamente en un flotador. Unos minutos después dijo que necesitaba salir de la alberca porque estaba en labor de parto.
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“Ella me mira y dice: ‘Tenemos que irnos”, dijo Matthew, de 29 años, a TODAY Parents. “Tessa apenas logró salir de la piscina, estaba como a dos o tres pasos de la orilla. Estaba en el piso, claramente adolorida y en medio de una contracción”.
Matthew pensó que tomarían sus cosas y se dirigirían al auto para ir al hospital pero pronto quedó claro que eso no sucedería. Natalie vio a Tessa “arrastrándose fuera de la piscina” y se preguntó si estaba bien. Al inicio, ella pensó que Tessa se sentía incómoda por su avanzado embarazo.
“Yo estaba como ‘esto no se ve muy bien. Déjame ir a ver qué está pasando”, dijo. “Me acerco a ellos y me dicen: ‘vamos a tener un bebé”.
Natalie dijo que su “adrenalina se disparó” y se apresuró a buscar las bolsas de emergencia, toallas y le pidió a alguien que llamara al 911.
“Empiezo a tratar de ayudar en todo lo que puedo, tratando de apoyarla y asegurarme de que se sienta cómoda”, dijo Natalie.
“Ambos se mantenían extremadamente calmados, lo que me ayuda porque estoy temblando un poco. Pero sé que necesito ayudar y asegurarme de estar allí con ellos porque soy la socorrista”.
Matthew también había llamado al 911 pero cuando su esposa se quitó el traje de baño, puso el teléfono a un lado.
“En cuestión de segundos, la cabeza del bebé estaba saliendo”, dijo Matthew. “El cuerpo del bebé sale junto con un torrente de líquido amniótico de su fuente que se rompe mientras sale el bebé”.
Tessa, de 29 años, “está visiblemente adolorida y temblando”. Ella no expulsó la placenta, por lo que el bebé, a quien la pareja llamó Tobin o Toby para abreviar, todavía estaba unido. Natalie confió en sus instintos para ayudar a Tessa, quien estaba “temblando y en shock”.
“Hay una imagen graciosa de mí sentada de espaldas con ella para que pudiera poner su peso sobre mí para apoyarla y darle un poco de relajación y calma”, dijo Natalie. “Estaba tratando de ayudar en todo lo que podía”.
Matthew se sintió agradecido de que Natalie interviniera para ayudar a su esposa.
“Natalie enfocó su atención y cuidado en mi esposa para que yo pudiera enfocarme en mi vehículo y mi hijo”, dijo. “Sin ella no habría podido darle esa atención a Toby y asegurarme de que estuviera sano y salvo”.
Toby lloró de inmediato y Natalie habló con los operadores del 911 cuando Matthew no pudo.
“Estábamos hablando por teléfono con el operador asegurándonos de que el bebé estuviera respirando”, dijo. “Teníamos que asegurarnos de que su pecho subía y bajaba. Tuve que limpiar la boca del bebé para asegurarme de que las vías respiratorias no estuvieran bloqueadas y tuviera un canal abierto para seguir respirando”.
Cuando llegó la ambulancia justo antes de las 11 am, los paramédicos cortaron el cordón umbilical y llevaron a la madre y al bebé al hospital. Los dos estaban sanos y “Toby estaba en perfectas condiciones”.
“Contrario a los eventos que rodearon su nacimiento, es el bebé más relajado que he tenido”, dijo Matthew.
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Natalie siente que ayudar a dar a luz a un bebé es solo parte de su trabajo como salvavidas.
“Tienes que estar preparado para cualquier cosa”, dijo. “La mayoría de los días estás sentado y viendo a la gente pero hay algunos días en los que tienes que estar preparado”.
Este otoño Natalie asistirá a la San Diego State University para estudiar justicia penal y nadar para un equipo recreativo. Ella dijo que esta experiencia la hará una mejor salvavidas.
“Solo he ayudado como a cuatro o cinco niños pequeños, que he sacado cuando se meten en lo más profundo. De hecho, tres días antes hubo una mujer que se estaba ahogando y casi tuve que intervenir y hacerle la maniobra de Heimlich”, explicó Natalie. “[Esta experiencia] amplía mis horizontes”.
En cuanto a Tessa y Matthew, ambos están agradecidos por todo lo que hizo Natalie.
“No hay nada más personal y conmovedor que alguien que te apoya mientras traes una nueva persona al mundo”, dijo Matthew.
Si quieres leer esta nota en su versión original en inglés ve aquí.
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