Por A. Pawlowski — TODAY
El verano pasado, Melissa Albin estaba jugando con sus hijos en un parque cerca de su casa en Lyndhurst, Ohio, cuando notó que una extraña la observaba atentamente.
“Finalmente se acercó a mí y me dijo: ‘Lo siento mucho si esto es raro, pero he estado mirando el lunar en la parte posterior de tu brazo y me pregunto si alguna vez te lo revisaron”, recordó Albin en una entrevista con TODAY.
“Ella dijo: ‘Soy dermatóloga y me causa mucha preocupación. Creo que debes ir a que te lo revisen lo antes posible”.
Era el empujón que Melissa necesitaba. Como una persona de piel clara, con muchas pecas y lunares, su médico de atención primaria la había instado a que se hiciera chequeos regulares de la piel, pero no siguió el consejo porque nunca vio nada sospechoso.
No había antecedentes de cáncer de piel en su familia, contó la mujer de 37 años, pero le encantaba asolearse. Se bronceaba fácilmente, por lo que siempre usaba protector solar, describiendo su bronceado como sus “pecas fusionándose”, en lugar de su piel bronceándose.
Pero había un lunar en la parte posterior de su brazo al que no le prestó atención porque no podía verlo, hasta que la misteriosa dermatóloga se lo hizo notar.
“Doy gracias a Dios por ella todos los días”, dijo Melissa. “Para que una completa extraña tuviera tanta preocupación y se tomara el tiempo de decir algo, me hizo darme cuenta de lo serio que era esto… si ella no me hubiera dicho algo, lo habría seguido posponiendo”.
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"Podría haber tenido un mal resultado"
El lunar era de color marrón muy oscuro, del diámetro de un centavo y tenía forma ovalada, recordó. Estaba “fuera de la vista, fuera de la mente” porque se escondía en el área de sus tríceps, por lo que rara vez lo veía en el espejo o en las fotografías.
El Dr. Philip Bernard, un médico de la Cleveland Clinic en Solon, Ohio, que examinó el lunar de Albin en septiembre pasado, llamó a la mujer desconocida una “salvadora” por hacérselo notar.
“A veces la gente tiene miedo de acercarse a un completo extraño y decir cosas así. Las personas son muy reservadas a arriesgarse, especialmente si pueden estar equivocadas”, dijo el doctor Philip a TODAY.
“Ella fue muy valiente al hacer eso y estoy muy agradecido con Melissa por seguir adelante… le encantaba estar al aire libre, por lo que (retrasar la revisión de la piel) podría haber tenido un mal resultado”, agregó.
El doctor Bernard extrajo el lunar para una biopsia. El resultado: melanoma, el tipo de cáncer de piel más mortal. Pero estaba en la etapa 1, lo que significa que se había detectado temprano y no se había propagado.
Melissa fue remitida a un cirujano de cáncer de piel, quien extrajo más tejido de su brazo en noviembre para asegurarse de que todas las células cancerosas hubieran desaparecido. Ella tendrá que hacerse chequeos dermatológicos completos cada tres meses durante los próximos años para monitorear su piel.
El doctor Bernard dijo que tiene muchos amigos que han perdido a sus seres queridos debido al melanoma que se produce entre los 30 y los 40 años. Por eso es importante que las personas presten atención a su piel y conozcan el ABCDE del melanoma, las señales de advertencia de que un lunar es canceroso.
En el caso de Melissa “lo que realmente destacó fue lo que llamamos el signo del patito feo: un lunar que se ve muy diferente a los demás lunares en su cuerpo”, dijo.
Un dermatólogo puede ver manchas en el cuerpo que un paciente a menudo no puede, como en la parte posterior de los brazos, la parte superior de la espalda, la parte inferior de las piernas, el cuero cabelludo y la parte posterior del cuello, explicó el experto.
Él recomienda chequeos regulares de la piel para personas de piel muy clara con ojos claros y cabello rubio o pelirrojo; aquellos que tienen antecedentes de quemaduras solares con ampollas en su infancia; y los que tienen muchas pecas o lunares en el cuerpo.
Prevención del sobrediagnóstico
Las tasas de melanoma en Estados Unidos se duplicaron de 1998 a 2019, según la American Academy of Dermatology Association.
Pero existe la preocupación de que muchas personas pueden ser sobrediagnosticadas o tratadas agresivamente por un lunar que nunca habría causado daño durante la vida del paciente.
Los investigadores estiman que alrededor del 60% de los hombres y mujeres blancos con melanoma fueron sobrediagnosticados en 2014, según un estudio publicado en la revista médica JAMA Dermatology en marzo.
Aunque varios estudios han explorado si el melanoma se sobrediagnostica, este no es el acuerdo general de la especialidad o la posición de la American Academy of Dermatology Association, dijo la organización en un comunicado.
“Sabemos que el melanoma mata a miles de estadounidenses cada año, y también sabemos que los cánceres que se encuentran en una etapa más temprana tienen muchas menos probabilidades de ser letales”, dijo en el comunicado el Dr. Mark Kaufmann, presidente de la AAD.
“Aunque no tenemos forma de predecir qué melanomas individuales serán mortales, debemos suponer que todos tienen ese potencial”, agregó.
Es clave que los dermatólogos usen herramientas dermatoscópicas, unos dispositivos no invasivos que iluminan y magnifican un punto, lo que les permite a los médicos mirar hasta un milímetro por debajo de la superficie de la piel, dijo el Dr. Bernard.
Él estimó que sin esas herramientas, estaría realizando tres o cuatro más biopsias que las que realizan.
Mientras tanto a Melissa le encantaría encontrar a la misteriosa dermatóloga que la instó a que se revisara el lunar. La mujer le dijo que solía practicar cerca de Cleveland, pero que desde entonces se había mudado a la Costa Este y estuvo brevemente de regreso en el área para una visita.
Encontrarla “sería fantástico porque ¿qué tan increíble te haría sentir saber que tuviste un impacto tan grande en la vida de alguien?”, dijo Melissa.
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