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Una madre rompe en llanto al abrazar al hombre que recibió el corazón de su hija difunta

“Estoy protegiendo este regalo”, dice el hombre de 68 años que recibió el corazón de Andre’Ona Rae Williams.

Por Elise Solé — TODAY

Una madre volvió a escuchar los latidos del corazón de su difunta hija cuando abrazó al hombre que lo recibió en una cirugía de trasplante.

Amber Morgan de South Bend, Indiana, perdió a su hija de 20 años Andre’Ona Rae Williams, el 17 de diciembre de 2018, después de que la joven sufrió un ataque de asma y un paro cardíaco.

Andre’Ona dejó un hermano y una hermana.

“Andre’Ona era muy alérgica a casi todo”, dijo Amber, de 48 años, a TODAY.com. “La habría mantenido en una burbuja si hubiera podido”.

La habría mantenido en una burbuja si hubiera podido”

Amber Morgan

Andre’Ona estaba registrada como donante de órganos, lo que Amber supo después de la muerte de su hija. “Eso me convirtió en una mamá orgullosa”, dijo ella. “Tenía un corazón de oro”.

Según la U.S. Health Resources & Services Administration, el 60% de la población de Estados Unidos está registrada como donante de órganos. Diecisiete personas mueren diariamente esperando un trasplante de órgano, dicen las autoridades; cada 10 minutos, se agrega una nueva persona a la lista.

Andre'Ona Williams, de 20 años, murió en 2018 y sus órganos, incluido su corazón, fueron donados.
Andre'Ona Williams, de 20 años, murió en 2018 y sus órganos, incluido su corazón, fueron donados. Courtesy Amber Morgan

El corazón de Andre’Ona fue donado a Tom Johnson, de 68 años, de Kankakee, Illinois.

Tom había esperado un corazón desde 2017. Es un terapeuta de respiración jubilado y analista de tecnología de la información que fue diagnosticado a los 11 años con una afección cardíaca llamada estenosis subaórtica hipertrófica idiopática.

En su vida adulta, Tom usó un marcapasos y un desfibrilador, pero cuando entró en insuficiencia cardíaca congestiva, los médicos le recomendaron un trasplante de corazón.

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El 18 de diciembre de 2018, Tom recibió una llamada telefónica del Loyola University Medical Center en Maywood, Illinois.

Mom hears late daughter's heart in emotional meeting with recipient
Morgan Amber y Tom Johnson planearon una reunión para el 19 de noviembre en un hotel de Chicago para conocerse.Courtesy Indiana Donor Network

“Me dijeron: ‘tenemos un corazón para ti”, contó Tom a TODAY.com. Al día siguiente, Tom tuvo una operación de trasplante.

Después de una recuperación con altibajos, durante la cual Tom sufrió insuficiencia renal y respiratoria (complicaciones comunes de la cirugía de trasplante de corazón), estuvo hospitalizado durante meses.

A medida que mejoró durante el año siguiente, se preguntó acerca de la persona cuya muerte le había salvado la vida.

Con la ayuda de la Indiana Donor Network y el Loyola University Medical Center, Tom pudo enviarle una carta a Amber.

“Muchas familias de donantes dicen que el contacto entre sí les ayuda a saber que alguien sigue viviendo gracias a su ser querido”, explicó a TODAY.com un portavoz de la Indiana Donor Network.

“Es importante para ellos saber que el receptor está bien y cuidando el órgano que recibió. Les da a las familias donantes un sentido de legado y que su ser querido no es olvidado”.

En su carta, Tom agradeció a Amber por su bendición y describió su dicha después de reunir fuerzas para jugar fútbol con sus nietos después del trasplante.

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Amber dijo que la carta de Tom fue “hermosa”.

“Quería conocerlo, pero no parecía el momento adecuado”, en medio de la recuperación de Tom, contó ella. Después, apareció el coronavirus y la propia Amber tuvo un ataque al corazón.

“Finalmente dije: ‘esto es todo, deja de posponerlo. Es hora de conocer a Tom”, explicó Amber.

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La nieta de 6 años de Amber Morgan, Avery, escucha el nuevo corazón de Tom Johnson, donado por la difunta tía de Avery, Andre'Ona Williams.Courtesy Indiana Donor Network

Ellos planearon una reunión para el 19 de noviembre en un hotel de Chicago, con la esposa de Tom, Sharon, y la nieta de 6 años de Morgan, Avery (sobrina de Andre’Ona).

Ni Amber ni Tom sabían que el otro tenía un estetoscopio en su equipaje. En el lobby del hotel, se abrazaron.

“Parecía que nuestros corazones estaban conectados”, dijo Tom. Amber agregó: “Por un momento sentí que estaba abrazando a Andre’Ona nuevamente”.

Durante la reunión de dos horas, los nuevos amigos se familiarizaron y hablaron sobre Andre’Ona. Hicieron planes para el verano, incluida una posible visita a The Bean, un monumento artístico de Chicago que había estado en la lista de deseos de Andre’Ona.

“Tom es increíble. Él ganó otro miembro en la familia”, dijo Amber.

Tom dice que sabe que llevar el corazón de Andre’Ona es una responsabilidad. “Soy religioso en tomar mis medicamentos para el corazón”, dice. “Estoy protegiendo este regalo”.

Si quieres leer la nota en su versión original en inglés ve aquí.

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