Por Drew Weisholtz — TODAY
Una mujer en Carolina del Norte entró en acción y realizó reanimación cardiopulmonar (CPR por sus siglas en inglés) cuando su hija sufrió un paro cardíaco mientras calentaba en una competencia de porristas a principios de este mes.
Keianna Joe se estaba preparando para el evento, al que asistía su madre, cuando colapsó.
“Vi que su entrenador salió corriendo por la puerta trasera del otro edificio gritando deseperadamente: ‘Consigue una ambulancia. Consigue una ambulancia. Necesitamos la ambulancia ahora”, dijo la madre de Keianna, Andrea Joe, durante una entrevista con el TODAY Show transmitida este 15 de marzo.
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Keianna estaba en el suelo inconsciente con un paro cardíaco. Su madre, quien dijo que no pudo encontrarle el pulso a su hija, es una asistente médica certificada que intervino en el lugar.
“Simplemente me hice cargo. Sé CPR, sé cómo hacer esto. Esta mi bebé y tengo que salvarla”, dijo.
Andrea trabajó durante casi 10 minutos en Keianna.
“Yo estaba como ‘vamos, Keianna, vamos. No vamos a hacer esto. No vamos a hacer esto hoy”, dijo.
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Andrea también dijo que sintió terror puro al mirar a su hija.
“La visión de ella acostada allí, sin moverse, sin respirar, sin responder, fue el momento más aterrador de mi vida”, dijo.
Trajeron un desfibrilador portátil, lo que indicó que Keianna necesitaba una descarga.
“La máquina dijo: ‘Descarga requerida’. He entrenado con estos desfibriladores externos automáticos antes y nunca me dijeron: ‘Descarga requerida”, recordó Andrea.
La descarga, junto con más CPR, ayudó a que el corazón de Keianna volviera a latir. El doctor Zeb Spector, que trató a Keianna en el Duke Children’s Hospital en Durham, Carolina del Norte, dijo que su madre desempeñó un papel vital para salvarla.
“Su madre, sin dudarlo, devolvió a su hija a un ritmo normal y le salvó la vida”, dijo a TODAY.
El paro cardíaco repentino en los adolescentes
La principal causa de muerte en los atletas de secundaria es el paro cardíaco, cuando el corazón deja de latir repentinamente, dijo previamente a TODAY.com el doctor Adam Kean del Riley Hospital for Children en Indianápolis, quien no trató a Keianna.
El paro cardíaco es diferente de un ataque al corazón, que ocurre cuando se bloquea el flujo de sangre al corazón.
“Aunque es la causa número uno, es notablemente rara, lo cual es importante”, agregó el experto. “Estimamos que uno de cada 30,000 niños muere de un paro cardíaco cada año, y eso suena increíblemente pequeño. Pero eso sigue siendo alrededor de 2,000 niños en Estados Unidos cada año”.
En los adultos, el paro cardíaco repentino generalmente se debe a una enfermedad de las arterias coronarias. Pero en niños y adolescentes, el doctor Adam Kean dijo que a menudo es causado por una afección cardíaca preexistente, como la miocardiopatía hipertrófica, el síndrome de QT largo o la taquicardia ventricular polimórfica catecolaminérgica.
Keianna pasó 10 días en el hospital, donde los médicos no pudieron determinar la causa de su paro cardíaco. Ahora tiene un pequeño desfibrilador implantado en el pecho. Su madre dijo que no puede dar por sentada la buena fortuna de que Keianna haya sobrevivido.
“Conduciendo a casa desde el hospital, no dejaba de mirarla”, dijo Andrea.
“La hice tomar mi mano y solo lloré porque está conmigo. Ella está aquí y justo a mi lado. La tengo y es la mejor sensación que he tenido”.
Keianna dijo que está “bendecida” y agradecida con su madre.
“Fue muy difícil para mí estar en el hospital y lejos de mi familia”, dijo. “Pero la única persona que siempre estuvo a mi lado y que supe que siempre estará ahí es mi mamá”.
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