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Rafael Amaya rompe el silencio sobre sus adicciones: "Estaba perdido"

El actor mexicano, protagonista de El Señor de los Cielos, regresa a Telemundo tras dos años alejado de la televisión para recuperarse de su adicción al alcohol y las drogas. "Me ayudaron a salir del hoyo", confesó en una entrevista exclusiva con 'hoy Día'.

Rafael Amaya, uno de los actores latinos más talentosos y reconocidos de los últimos tiempos, está de regreso. Tras pasar dos años alejado del mundo de la televisión para superar sus adicciones, el mexicano vuelve renovado y con ilusión a Telemundo.

Mira aquí la entrevista completa de Rafael Amaya en hoy Día

"Vengo con el corazón en la mano", aseguró durante su entrevista en 'hoy Día' el actor que dio vida a Aurelio Casillas en la serie El Señor de los Cielos.

Amaya confesó que lucha día a día contra el fantasma de las adicciones que lo llevaron a ingresar en la clínica de rehabilitación de Julio César Chavez y compartió detalles de cómo ha sido el proceso de recuperación.

“No se puede solo, señores, es mentira, necesita uno ayuda profesional", aseguró.

Rafael Amaya y las 5 revelaciones más impactantes de su entrevista

Rafael Amaya se levanta con más fuerza

El actor reconoció que no fue un proceso sencillo, tuvo que vencer el ego, la soberbia y reconocer que tenía un problema y que se necesitaba ayuda. La negación fue su mayor obstáculo.

Con el corazón en la mano reveló que su familia y la atención especializada, literalmente, le salvaron la vida: “Como adicto uno no lo acepta, la familia tiene que observar, los amigos tienen que observar a sus seres queridos y si tienen ese problema que acudan a la ayuda profesional porque si no lo hacen, así de drástico como lo voy a decir, se les va a morir”.

Su familia lo ayudó a reconocer que su vida estaba fuera de control y lo llevó a internarse en la Clínica Baja del Sol, de Julio César Chávez, a quien el intérprete agradeció especialmente por la gran labor que hace al ayudar a otros que como él han caído en las garras de las adicciones.

Aunque estuvo cinco meses internado, Amaya reconoce que la lucha es “de día a día”, no hay un medicamento mágico, ni un tratamiento que te libere por completo, se trata solo de compromiso y tener una red de apoyo.

“(Agradezco) a mi compadre Roberto Tapia, a mi familia, a Carlos mi primo también, a todos los que estábamos dentro de la clínica porque nos hicimos hermanos… a mis amigos, a mi papá, a mi mamá, a mis hermanos, a mis primos, a Telemundo también”, expresó.

En Alcohólicos Anónimos tuvo muchos aprendizajes, sigue aprendiendo, y una de las lecciones que más lo ha marcado es la aceptación, reconocer que las cosas suceden, hay que manejarlas y seguir adelante.

Con la aceptación vino la transformación, Rafael ha tenido que cambiar su entorno social, su estilo de vida, para renacer y volver con mayor fuerza.

“Me cuido mucho en cuanto a que, si me siento un poco expuesto a ciertas situaciones, si se encienden los focos rojos, las banderas rojas, simplemente me alejo, no me expongo, no le juego al fregón”.

Nacido en Hermosillo, Sonora, Amaya vivió en la frontera entre México y Estados Unidos toda su infancia y eso fue sin duda algo que lo marcó. Pudo tener contacto de primera mano con la situación que allí se vive, la falta de oportunidades, ver a personas sin casa, sin trabajo, lo llevaron desde pequeño a buscar la manera de “ganarse la vida” y apoyar a su familia que también era de recursos limitados.

Vendió dulces, naranjas, manzanas, despachaba el negocio de burritos de su familia y, aunque no fue una experiencia sencilla, esto le ayudó a aprender a hablar inglés, algo que más tarde le abriría muchas puertas.

Los deportes, la música, el modelaje y más tarde la actuación, han sido parte de la trayectoria de este galán de la televisión y se ha tomado con mucha seriedad su vida artística.

Ocho años de grabaciones ininterrumpidas son una muestra del gran compromiso que tiene como artista, y en exclusiva para hoy Día, Rafael Amaya nos platica de su gran regreso a la televisión, su infancia complicada, las etapas que se han sido un reto en su vida y cómo encontró un balance para volver al camino.

“Mi vida ahorita está llena de bendiciones, tomando el control de mi vida. Siendo sincero, no tenía mucha responsabilidad en muchos aspectos, no hay una escuela o un manual para ser famoso, si hubiera un curso, yo lo hubiera tomado”, expresó el actor.

Sus padres se han convertido en un pilar para su transformación y su nuevo estilo de vida, aunque en algún punto la comunicación con ellos se vio afectada, en la actualidad son más unidos que nunca y una “necesidad” en el día a día de Amaya.

La gratitud es otra de las lecciones que Rafael ha aprendido y con esta nueva oportunidad que su casa, Telemundo, le ha dado para volver a las pantallas se siente listo para hacer historia con otro desafío en su carrera.

“Me siento muy contento, muy agradecido por otra oportunidad y estar en buenos proyectos, siempre originales. Ahora voy a estar en Malverde, en una participación especial… Me siento nervioso y muy emocionado, pero siempre agarrando al toro por los cuernos”, señaló.

 Amaya se une al elenco de la tan esperada serie Malverde: El Santo Patrón, en donde dará vida a Teo, un bandolero que, además de ser un personaje muy interesante, para el actor representa una señal casi divina por sus peculiares características.

“Es muy simbólico, todo esto no es casualidad, el tiempo de Dios es perfecto y del hombre imperfecto. Antes era muy agnóstico y no creía en Dios, así de tan mal estaba mi situación”, indicó.“Me daba vergüenza verme al espejo”

No cabe duda de que Rafael luce espectacular en su regreso a la pantalla, sin embargo, él mismo confiesa que en algún momento llegó a sentir vergüenza de su aspecto físico, el cual solo reflejaba que su interior no estaba bien.

El actor confesó que no podía mirarse al espejo ni por unos segundos y que tenía muy descuidado a su niño interior:

“No me podía ver al espejo, a los ojos, ni por cinco segundos, poco a poquito fue el proceso… ahora ya no me quito la mirada del espejo, porque en realidad me daba un poquito de vergüenza conmigo mismo, porque tenía muy descuidado a mi niño interno, me reclamaba a cada rato”, confesó.

Rafael Amaya está abierto al amor, ¿qué busca en una pareja?

En esta nueva etapa de su vida, ¿está Rafael Amaya listo para abrirse al amor? Claro que sí, el actor se dice preparado para tener una relación de pareja, ya sea una mujer famosa o que no esté involucrada en el medio artístico, la característica primordial para él es que debe ser alguien que acepte su situación, necesita estabilidad.

Amaya remarcó que parte importante de mantenerse sobrio es tener como pareja a una persona que pueda compartir un estilo de vida sano, sobre todo en el aspecto de las emociones.

Rafa está preparado para nuevos retos, cambios y explorar oportunidades que no imaginó tendría de nuevo, la pregunta ahora es, ¿estás listo para el nuevo Rafael Amaya?

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