El robo de identidad ocurre cuando alguien roba tus datos personales para cometer fraudes, es decir, puede usar esa información para solicitar un crédito, presentar declaraciones de impuestos o conseguir servicios médicos de forma fraudulenta.
Este es uno de los crímenes de mayor crecimiento en Estados Unidos, pues en los últimos días se dieron a conocer más de 48 mil posibles fraudes en Wisconsin y 219 mil comprobados en Massachusetts, solo por mencionar dos ejemplos.
Si sospechas que has sido víctima de robo de identidad o que te robaron tu número de seguro social entra al sitio web robodeindentidad.gov donde al presionar el botón marrón puedes ver qué hacer según sea tu caso. O bien, comunícate por teléfono al 1-877-438-4338 (presiona 2 para español).
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Más de 22 millones de personas han solicitado su seguro de desempleo y cada semana, más de 700 mil personas aplican a él, de acuerdo con el Departamento de Trabajo, pero hay quienes lo hacen fuera de la ley y a costa de gente que necesita esa ayuda y no puede recibirlo porque le robaron su número de seguridad social.
Según la Administración del Seguro Social, los ladrones de identidad pueden obtener tu información personal al:
- Robar tu tarjeta, cartera o correspondencia.
- Robar información personal que provees en sitios de internet que no están protegidos.
- Buscar información personal en la basura.
- Hacerse pasar por alguien quién legítimamente necesita tu información, como empleadores o propietarios, ya sea por teléfono o correo electrónico.
- Comprar información personal de fuentes ‘internas’. Por ejemplo, un ladrón de identidad puede pagarle a un empleado de una tienda por la información que aparece en una solicitud tuya para obtener mercancía, servicios o crédito.
Este tipo de robo puede ser de dos formas: tradicional (nombre y número de seguro social) y sintético (roban tu número de seguro social para crear otra identidad).
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¿Cómo puedo protegerme?
Estas son algunas de las cosas que la Comisión Federal de Comercio recomienda hacer:
Cuando estés en casa:
- Guarda en un lugar seguro tus registros financieros y tus tarjetas de Seguro Social y Medicare.
- Tritura los papeles que tengan información personal o médica.
- Saca tu correspondencia del buzón en cuanto puedas.
Cuando trates con un negocio:
- Da tu número de Seguro Social únicamente cuando debas hacerlo. Incluso puedes preguntar si puedes usar otro tipo de identificación.
- No des tu información personal a una persona que te llame o envíe un correo electrónico.
Cuando navegues por internet:
- Usa contraseñas que no sean fáciles de adivinar. Usa números y símbolos cuando puedas.
- No respondas emails ni otros mensajes que soliciten información personal.
- No pongas datos personales en computadoras ubicadas en espacios públicos.
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