Las muertes en los asilos cayeron un 60 % entre diciembre y febrero, y todo apunta a que la vacunación temprana de los residentes y de los trabajadores de estos centros fue crucial. Gracias a ello, los ancianos y cuidadores pueden respirar más tranquilos y ahora están listos para recibir a sus familiares, aunque aún hay que cumplir una serie de restricciones.
Más de medio millón de muertes por COVID-19 han sido registradas en Estados Unidos y al menos 163,000 de ellas están relacionadas con los asilos. Pero, debido a que las muertes en estos bajaron considerablemente, los hogares de ancianos en Nueva York reabren sus puertas a las visitas haciendo posible que pueda darse el ansiado abrazo que muchos extrañamos.
"Estamos agradecidos, pero a la misma vez estamos preocupados de qué va a pasar en el desarrollo de este plan", dijo a hoy Día Henry Grullón, residente de El Bronx, Nueva York.
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Desde hoy, los residentes de Nueva York ya no tendrán que conformarse con las videollamadas y podrán visitar a sus seres queridos en los asilos, algo que es fundamental para la salud mental de los adultos mayores, según los expertos.
Y es que, pese a que el aislamiento fue provocado por la pandemia, la soledad, el distanciamiento social y el miedo a contraer la enfermedad, puede empujar a los ancianos a la depresión.
Por ejemplo, una residente dijo a hoy Día que encontró a su familiar muy triste, pues cree que ella piensa que la han abandonado. "La vi por la ventana. Está muy triste y flaquita. Se ve que está triste, que necesita el apoyo de uno. Ella piensa que su familia la ha abandonado", comentó.
De hecho, la psicóloga Paula Madrid asegura que la salud física y emocional de los ancianos "depende muchísimo de qué tanto contacto tengan con sus familiares, sus amigos y con otras personas", pues nadie quiere morir solo y de coronavirus, como ha sucedido en muchos centros de adultos mayores.
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Según el gobernador de NY Andrew Cuomo, el 73 % de la población más vulnerable de la población en la ciudad ya está vacunada, pero este pequeño gran paso de abrir estos centros de visitas exige una serie de requisitos:
- No abrirán a los visitantes aquellos hogares de ancianos ubicados en zonas donde la tasa de infección es mayor a 10.
- Los visitantes deberán presentar una prueba de COVID-19 negativa de hasta 72 horas de antelación, a estos centros de cuidados ubicados en áreas con una taza de infección menor de 10 y hasta cinco.
- Los hogares de ancianos deberán preparar salas de visitas separadas al menos que los residentes estén solos en una habitación.
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