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¿Cómo se vive la pandemia en la cárcel? Un reo de la prisión más grande de EE.UU. lo explica

Adrián Barumen lleva casi dos años detenido en la cárcel más grande de Estados Unidos y explica cómo son los días en prisión desde que inició la pandemia de coronavirus.

Adrián Barumen lleva un año y siete meses detenido en la cárcel 'Twin Towers' en Los Ángeles, California, y ayuda a otros reos que luchan con enfermedades mentales tras las rejas, a través de un programa de salud mental. En entrevista con 'hoy Día', cuenta cómo se vive la pandemia en la cárcel.

Barumen lleva recluido en la prisión más grande de Estados Unidos prácticamente desde que inició la pandemia de coronavirus y explica cómo es su vida tras las rejas desde entonces.

"Aquí todo lo que tenemos es tiempo. Nosotros en nuestro tiempo buscamos cosas positivas para hacer tipos de cursos para educarlos [a los demás reos] y básicamente crecer en una forma positiva", asegura.

Por su lado, Margarita Velázquez, Jefe de la División de Servicios de Custodia de 'Twin Towers', explica qué es lo más difícil de estos 15 meses en los que el estado de California declaró que las instituciones debían permanecer cerradas parcialmente y ahora comiencen la reapertura.

"Creo que lo más difícil fue comunicarse con los reclusos y explicarles, para que entendieran, que lo estamos haciendo por el bien de ellos y de nosotros para que salgamos adelante, eso fue lo más difícil, porque ellos no entienden, creen que nada más los tenemos ahí separados porque no los queremos, pero esa no es la razón", aclara.

Adrián, que forma parte de un programa muy especial de la Cárcel de Los Ángeles que ayuda a otros reos que luchan contra diversas enfermedades mentales tras las rejas, también explicó en qué consiste su labor como asistente de salud mental.

"Trabajo con los pacientes que tienen problemas mentales, como la esquizofrenia, bipolaridad y depresión. Por ejemplo, pensamientos de suicidio, querer golpearse y cosas así. Lo que hacemos nosotros es hacer actividades con ellos de lunes a viernes de 8 a 11 de la mañana para que distraigan la mente de estos pensamientos negativos", cuenta.

Trabajando con los reclusos, el joven asegura que "uno empieza a tenerles compasión, se abre el corazón y se empiezan a formar relaciones con estos muchachos". Es ahí, donde comienza su labor como asistente y empieza a comunicarse con ellos de una forma positiva para tratar poco a poco sus condiciones mentales.

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