Según un artículo en el diario Mirror, un investigación judicial declaró que Summer Steer, de cuatro años, quién murió por haberse tragado una batería de litio, fue llevada tres veces al hospital después de que empezó a vomitar sangre.
La niña, de Queensland (Australia), sufrió un paro cardiaco después de que los doctores le dijeran a su madre que estaría bien.
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En un principio Summer fue llevada al doctor por quejarse constantemente de un dolor de estómago, sufrir fiebre alta y hacer deposiciones de color negro.
Después de haber sido dada de alta por los médicos, Summer comenzó a vomitar sangre y se desplomó en su casa, informó ABC News.
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Andrea Shoesmith, la madre de la pequeña, dijo en sus declaraciones que llevó a la niña tres veces para que recibiera asistencia médica, pero los doctores no se percataron de la gravedad de su estado, en su última visita, al Hospital de Noosa, colocaron a la pequeña en observación por cuatro horas y luego la enviaron a casa.
Una vez en casa, Summer durmió por una hora, después vomito y sufrió el colapso que le causó la muerte.
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El hecho ocurrió en junio 30 de 2013 y vuelve a ser noticia por las últimas declaraciones judiciales