Alana Long, una bebé de 11 meses, de Accrington, Lancashire (Inglaterra), nació con una rara anomalía congénita y milagrosamente se aferra a la vida, según un artículo publicado en el diario británico Daily Mail.
Antes de que Alana naciera, los médicos le advirtieron a su padres que la pequeña podría morir en el útero o inmediatamente después del nacimiento, pero para sorpresa de todos, la bebé nació saludable en febrero y pesó ocho libras.
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Alana nació con encefalocele, una anomalía congénita que causa que las partes del cerebro crezcan a través de un agujero en la parte posterior del cráneo.
Para extirparle el tumor, que estaba lleno de fluido cerebro-espinal y materia cerebral, Alana fue sometida a una cirugía a los ocho días de nacida.
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La operación causó que el desarrollo de Alana fuera más lento y la dejó con una deficiencia visual, pero a pesar de eso, los padres de la pequeña, Catherine, de 38 años y Mark de 45 años, dijeron, en entresvista al diario británico, que su hija ha tenido una segunda oportunidad de vivir y que con el tiempo ha ido mejorando.
Los médicos estudiarán de cerca el crecimiento y la evolución de Alana y así su familia va a saber más sobre sus discapacidades y como ayudarla.
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