Un equipo de investigadores creó una mascarilla con la capacidad de detectar si una persona estuvo en contacto con el coronavirus. Los cubrebocas que diseñaron los expertos tienen un sensor que detecta al COVID-19 a través de las moléculas de la saliva y el aliento, y con un alerta que se enciende con la presencia de moléculas de virus liberadas por otros y que probablemente sean inhaladas por el dueño de la mascarilla.
Para identificar un posible contagio, la persona presiona un sensor y si éste cambia de color y da positivo, el propietario puede realizarse una prueba complementaria, similar la prueba de COVID-19 común.
El profesor de nanoingeniería de la Universidad de California, en San Diego, y autor del proyecto, Jesse Jokerst, dijo que se espera que la pegatina que detecta al virus pueda colocarse en cualquier máscara de tela, facial o quirúrgica, aunque siguen trabajando para que resulte lo más barato posible. “Sale igual que el sistema de vigilancia de aguas residuales, la máscara es una herramienta común, por lo que desarrollar el sensor en la máscara tenía sentido”, comentó Jokerst a The Guardian.
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