Jessica Manning, originaria de Nueva Zelanda y a quien le diagnosticaron problemas en el corazón desde su nacimiento, decidió compartir su historia en redes sociales y revelar que conserva su antiguo corazón en una bolsa plástica.
La joven de 29 años de edad, se ha sometido a por lo menos 200 cirugías a lo largo de su vida, pero todo cambió cuando a los 25 años le colocaron un nuevo órgano vital y como un acto simbólico, quiso guardar su defectuoso corazón para cumplir un sueño en el futuro.
Cuando tenga una casa quiero enterrarlo y plantar un árbol encima para dedicárselo a mi donante”, dijo Jessica a medios locales.
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La joven revela que desde el trasplante tiene la sensación de que debe disfrutar la vida y educar a otros sobre la importancia de la donación.
Alcanzar mis metas y hacer todas las cosas que amo es celebrar que mi donante aún vive. Siempre supe que tener mi corazón y educar sobre la donación de órganos sería controvertido, pero sorprendentemente al 90 por ciento de las personas les encanta y lo encuentran realmente interesante”, dijo Manning.
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El viejo corazón permanece en una bolsa con líquido conservante, en su dormitorio, particularmente en el armario y a veces en una mesa de noche.
“Sólo deseo que todas las demás mujeres y hombres que luchan con la aceptación del cuerpo también puedan amarse a sí mismos”, finalizó la joven.
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