La fiebre del valle, también llamada coccidioidomicosis, es una infección causada por el hongo Coccidioides. Se sabe que el hongo vive en los suelos del suroeste de los Estados Unidos y en zonas de México, América Central y América del Sur.
Los síntomas son muy similares a otras enfermedades, por lo que puede ser mal diagnosticada, incluso se le ha confundido con COVID-19, por ello la comunidad científica y médica ha anunciado su preocupación ante el aumento de casos.
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Cuando las personas inhalan accidentalmente el polvo o la tierra, entonces pueden inhalar las esporas del hongo. Es la manera que uno se puede infectar”, explica el médico jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de Kern Medical.
Los expertos indican que si bien el 70% de los pacientes no sufre complicaciones, un mínimo de contagiados extiende la enfermedad a otros órganos como los huesos y el cerebro, llegando a la muerte.
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Según los CDC, en 2019 se reportaron al menos 20 mil contagios, de los cuales 9 mil fueron detectados en California. El Departamento de Salud de California reportó en septiembre de 2020, 7217 pacientes con Fiebre del Valle, sin embargo, los números han aumentado estrepitosamente, por lo que médicos se muestran preocupados.
Los síntomas más comunes incluyen: agotamiento (cansancio), tos, dificultad para respirar, fiebre, sudoración nocturna, dolor muscular o en las articulaciones, dolor en el pecho, pérdida de peso, dolor de cabeza, y sarpullido.
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Como toda enfermedad infecciosa, el contagio sucede en el ambiente por la transmisión de microorganismos que se cuelan en el cuerpo humano afectando su normal funcionamiento.
Especialistas recomiendan evitar salir en los días de mucho polvo o viento y si no es posible, por razones laborales o personales, se recomienda usar mascarillas.
(Con información de CDC.gov)
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