Una enorme tormenta de arena cubrió la ciudad china de Dunhuang y según medios, la nube alcanzó más de 100 metros.
Por causa de este fenómeno, las autoridades se vieron obligadas a cerrar autopistas para evitar accidentes pues la visibilidad se hizo prácticamente imposible.
Este tipo de tormentas surgen por partículas de arena que se quedan en la superficie y que provienen de áreas secas y áridas, según explica el portal Meteorologia en red.
“Cuando aumenta la velocidad e intensidad del viento, estas partículas son impulsadas hacia arriba, pudiendo recorrer largas distancias en horizontal”, explican en el sitio.
Según los expertos, para que se produzca una tormenta de arena tiene que ocurrir un contraste térmico entre el suelo y las capas altas de la atmósfera. Así las masas de aire con el polvo logran alcanzar niveles elevados en la troposfera.
Sin embargo, aunque parezca algo dañino, estos acontecimientos tienen un efecto positivo pues el polvo que se desplaza tiene una función vital en los procesos biogeoquímicos del sistema terrestre, según el Programa para Medioambiente de la Organización de las Naciones Unidas (UNEP).
“La deposición de polvo mineral aporta nutrientes como el hierro y otros oligoelementos a los ecosistemas terrestres y marinos, los cuales favorecen la productividad primaria y el crecimiento del fitoplancton… El polvo sahariano actúa como fertilizante natural en la selva amazónica, donde efectúa aportaciones de fósforo que equilibran el que se pierde en los caudales”, señalan.
RELACIONADOS
