Un recién nacido de apenas 35 días fue salvado de milagro por un par de policías de Nueva York que acudieron al llamado de la desesperada familia que reside en Norwood, en el Bronx.
Los hechos se suscitaron una mañana cuando la mamá del bebé que nació prematuro, Asseta Quedrago, se acercó a la cuna para amamantarlo como lo hacía habitualmente, sin embargo el pequeño parecía no estar respirando.
Asseta de inmediato llamó al 911 para pedir auxilio y los encargados de brindar ayuda fueron los oficiales Orlando Bryan y Derick Dilone, pues los paramédicos no se hacían presentes. Tanto Bryan como Dilone comenzaron a darle reanimación cardiopulmonar al bebé.
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“Recibimos una llamada que un bebé no estaba respirando. Yo corrí para arriba y cuando yo llegué, agarré al bebe y empecé haciendo RCP”, indicó Dilone.
Gracias a las cámaras corporales se pudo documentar el milagro.
Lo puse en una mesa y con los dedos míos yo hice RCP, pero todavía no era completo porque no estaba llorando. La ambulancia no estaba ahí todavía. Entonces, (decidimos que) íbamos a llevar al bebé para el hospital nosotros mismos. Lo cogimos, pero cuando llegamos al primer piso, la ambulancia estaba ahí”, añadió el oficial.
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Asseta Quedrago no paraba de agradecer y darle la mano a los agentes que salvaron al bebé, el cual fue internado en el hospital para ser vigilado.
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