Una compañía neoyorquina tiene una interesante propuesta intermedia: un tatuaje temporal que desaparece en un año y que intenta llegar a un nuevo tipo de clientes que ve los diseños permanentes como un gran riesgo.
‘Ephemeral’ es la marca que trabajó por seis años para encontrar la tinta que se compone de polímeros biodegradables, que se difuminan de forma natural entre 9 y 15 meses después de ser aplicados bajo el mismo proceso de un tatuaje clásico.
La fórmula fue desarrollada en un laboratorio en Milford, Connecticut, en colaboración con dermatólogos y sólo con ingredientes aprobados por la agencia reguladora estadounidense (FDA).
La idea de los tatuajes efímeros fue de Josh Sakhai, uno de los tres cofundadores de la compañía, que cuando era estudiante en la Universidad de Nueva York (NYU) quería un dibujo en su cuerpo pero “tenía miedo de comprometerse” y tras varios experimentos, asegura que al cabo de un año logró la tinta que desaparece uniformemente.
Por ahora los tatuajes sólo están disponibles en tinta negra, pero la marca ya trabaja para enriquecer su paleta de colores.
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