Roma tuvo uno de los imperios más grandes en la historia de la humanidad y en su mayor apogeo, contó con casi un millón de habitantes, y habría experimentado una vida nocturna muy peligrosa, según una investigación.
Según historiadores, en el siglo I A.C. no se recomendaba salir por las noches y al caer la noche, cualquier tipo de sonido se convertía en una amenaza. Podía tratarse de provocadores nocturnos que golpeaban a quienes se cruzaran en su camino, borrachos haciendo escándalos o de orinales repletos de excremento ya que era en horario nocturno que se recogían los desperdicios humanos.
Otros ruidos provenían de los ‘vigiles’, un grupo de esclavos liberados que intentaban sofocar incendios nocturnos que provocaban las velas, antorchas y braseros. Los ‘vigiles’ funcionaban como una organización militar y con el tiempo se les consideró como los primeros bomberos de la historia.
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Otras actividades nocturnas eran los funerales de los pobres, que debían ocurrir en las noches, y la vida desenfrenada que ocurría líbremente cuando bajaba el sol ya que había mínima supervisión. Leyendas cuentan que el emperador ’Nerón’ se ocultaba al caer la noche bajo una capucha para mezclarse en este tipo de conducta y que la esposa del emperador 'Claudio' también se escabullía para saciar sus apetitos.
El presunto submundo nocturno en Roma era muy distinto entre las clases altas y los pobres, pero para los habitantes salir a la calle habría sido un terrible escenario lleno de delincuencia y sonidos misteriosos.
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