Un hombre que vive en Toronto, Canadá, publicó en las redes sociales unos diarios de la infancia de una pequeña que había encontrado en la casa de sus padres y que fueron escritos en 1983. Nick Gunz tomó imágenes de los cuadernos de Alison Jenkins con la intención de localizarla y devolvérselos. “Honestamente, la intención del autor no podría ser más clara. Se trataba de una niña de 9 a 10 años que quiere que la gente se mantenga al margen de sus escritos. No queríamos que esta niña de 10 años, al otro lado de paso de las décadas, se sintiera vulnerada en su intimidad”, dijo Gunz a medios locales. Las imágenes se viralizaron y rápidamente llegaron a una persona que conocía a Alison.
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Se trataba de una profesora de música de Vancouver que tiene presencia activa en internet y que ubicaba muy bien a la mujer que había escrito sus diarios 37 años atrás. Al localizar a Jenkins, ella aseguró: “Pensé que era una estafa y luego miré uno de los enlaces que enviaron y era una foto de la casa en la que vivía en Toronto y mi corazón comenzó a latir rápido. Todavía pensé que podría ser una estafa extraña, así que busqué en Google la historia y tan pronto como vi la escritura en el diario, pensé, ‘oh sí. Sí, esa soy yo, seguro'”. Gunz y Jenkins están coordinando la entrega de los diarios, pero lo más tierno fue que Alison le agradeció por guardar sus secretos. “Estoy realmente conmovida. Estaba tan impresionada. Nick fue tan respetuoso que no los leyó”, finalizó.
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