Una familia en Perú abrió el féretro de una mujer en medio de su velorio, al escuchar ruidos desde el interior, y encontraron tremenda sorpresa. Desesperados, los familiares de doña Lita le echaban aire y clamaban por oxígeno además de un médico. Ellos estaban seguros que los ruidos provenían de la fallecida y querían reanimarla.
Según los reportes, estos familiares acusaron al hospital donde murió la mujer de dengue, de haber colocado a su familiar en una bolsa y cajón cerrado cuando según ellos estaba viva. Las dudas crecieron cuando colocaron un oximetro en el dedo de su familiar y constataron que marcaba pulso y niveles de saturación como de alguien con vida. Poco después un médico de la familia derribó todas sus esperanzas al declararla muerta.
La familia insiste en que la mujer falleció en el cajón asfixiada, sin embargo, los médicos del Hospital de Tarapoto se defendieron, asegurando que lo que vio la familia no fue otra cosa sino el llamado ‘Síndrome de Lázaro’.
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“Hay algunas señales que son propias del cuerpo, de la emanación de gases, que pueden simular desde sonidos, aullidos, quejidos o hasta movimientos involuntarios como espasmos, que es básicamente la respuesta del cuerpo al proceso de descomposición que ya está teniendo”, aseguró la director del Hospital Regional, Jacqueline Castañeda. Sobre la oxigenación que marcaba este equipo dijeron que pudo tratarse de un error del aparato al ser usado antes por otra persona.
La familia dice que recurrirá a los tribunales para que sean ellos los que determinen lo que realmente ocurrió. Por su parte, el hospital afirma que tienen las pruebas de que la señora estaba clínicamente muerta después de haberla atendido de emergencia por un dengue.
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