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El ‘Monstruo de la Tierra’ regresa a México: había sido robado en los años 60's

Un reliquia olmeca de hace 2,500 años, vuelve a su hogar en México tras haber sido sacada del país en extrañas circunstancias alrededor del 1968.

Una enorme escultura de piedra tallada por artistas olmecas hace más de 2,000 años que evoca antiguas creencias religiosas ha regresado a México después de décadas en Estados Unidos en un regreso a casa aclamado por funcionarios y académicos.

Conocido hoy como el “Monstruo de la Tierra”, la escultura probablemente fue tomada del centro de México durante la década de 1960, pasó un tiempo en manos de coleccionistas privados y exhibida públicamente antes de ser incautada por agentes de tráfico de antigüedades que trabajaban con los fiscales de Nueva York.

El artefacto cargado de símbolos pesa aproximadamente una tonelada (2,200 libras) y probablemente se encontró varias décadas antes en el sitio arqueológico de Chalcatzingo en el estado de Morelos, justo al sur de la Ciudad de México.

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Funcionarios estadounidenses se coordinaron con sus homólogos mexicanos para repatriar la escultura.

Fue tallado en roca volcánica en algún momento entre el 800 y el 400 a. C. durante el apogeo de la civilización olmeca, una de las primeras sociedades complejas de México con sitios en su mayoría agrupados alrededor de la costa del Golfo del país. Los olmecas son bien conocidos por su avanzada tradición artística, que incluye esculturas de cabezas colosales.

El artefacto representa una montaña mitológica y su entrada a la cueva estilizada en forma de cruz, según Mario Cordova, un arqueólogo olmeca que viajó a los Estados Unidos como parte de la misión de recuperación.

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La montaña también se hizo para parecerse a la cabeza de un jaguar, el depredador más temible del México antiguo, con la cueva duplicada como sus fauces abiertas y la entrada al inframundo.

Algunos han especulado que la escultura pudo haber sido utilizada en actos rituales como un pasadizo sagrado.

Esta es una pieza muy importante”, dijo la arqueóloga Sara Ladrón de Guevara, estudiosa de la cultura huasteca de México, señalando en particular la boca abierta en forma de cruz.

“No puedo recordar ninguna otra escultura que incluya este tipo de apertura”, dijo.

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Otros estudiosos señalan cómo la cosmovisión de los olmecas, tal como se ve en la escultura del “Monstruo de la Tierra”, es un tema recurrente en todo el México antiguo, incluso hasta los aztecas, quienes comenzaron su ascenso al poder alrededor de 1700 años después y cuyo templo principal también funcionaba como un montaña sagrada.

El complejo simbólico montaña-cueva-boca adquirió un alto valor iconográfico en toda Mesoamérica desde épocas muy tempranas, dando lugar a lo largo de milenios a conjuntos de imágenes cada vez más complejos”, según un libro escrito por el dúo académico padre-hijo Alfredo López Austin y Leonardo López Luján.

López Luján actualmente dirige excavaciones en el santuario más sagrado de los aztecas en el centro de la Ciudad de México.

El regreso de la escultura olmeca a México fue aclamado por el canciller de México, Marcelo Ebrard, quien habló justo antes de que la subieran cuidadosamente a un avión para su viaje de regreso a casa.

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Esto nos devuelve algo que explica de dónde venimos”, dijo Ebrard.

(Con información de Reuters)

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