El personal de los servicios médicos de emergencia tiene una misión fundamental y a lo largo de la pandemia han respondido en la primera línea, sin tener en cuenta con quién o qué se iban a encontrar, o si tenían que interactuar con personas contagiadas, a pesar de contar con equipos de protección improvisados, mascarillas reutilizadas o con defectos.
Son muchos los paramédicos y bomberos que creyeron que estaban en la lista de los primeros en ser vacunados, pero la realidad es que han sido relegados según lo publicado en el calendario de vacunas, donde se percataron que estaban considerados hasta después de los trabajadores sanitarios, según reveló el capitán del Kansas City Fire Department (KCFD).
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También hay muchos de estos trabajadores que están renuentes a ponerse las vacunas y un estudio nacional expresó diversos motivos para tal rechazo, como por ejemplo razones políticas o estrategia de negociaciones sindicales.
Lo cierto es que la función del bombero y del paramédico ha experimentado un nuevo estilo de trabajo que incluye desde la vestimenta y el trato del paciente, hasta el transporte a un hospital, y estos cambios llegaron para quedarse.
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